martes, 7 de abril de 2009

La tragedia del Ycuá Bolaños - Capítulo 1

Índice

1. El nuevo súper
2. La tragedia del 1 de agosto
3. El peritaje según resumen de Abc y lo que dice la Policía de Formosa
4. La gente se agrupa. El barrio Santísima Trinidad
5. Consulta con el siquiatra: Dr. Alejandro Maciel
6. El dolor de los familiares, el martirio de los sobrevivientes: sentimientos reflejados en dos casos
7. El Ingeniero Cristaldo, Berzabé, la “visita” a la casa de Latorre fue motivo de represión...
8. Las historias del Ing. Blas Cristaldo y Nelson Astigarraga
9. Opina José Luis Simón: nuevos enfoques sobre el tema
10. La historia de Berzabé
11. Entrevista al abogado Luis Escobar Faella: una visión totalmente diferente sobre el caso
12. Lo que vio un vendedor de la zona. Opinan dos personas más
13. La opinión de la socióloga Milda Rivarola
14. Miguel Pacheco: el punto de vista de un periodista que estuvo allí
15. Entrevista a un especialista en prevención de incendios
16. Entrevista al intendente Enrique Riera
17. Conclusiones

























Introducción

El 1 de agosto es una fecha que los paraguayos no podremos olvidar nunca. Quien más, quien menos, conoce a alguna persona que murió o sobrevivió a la tragedia.

Desde el primer momento ha habido dudas acerca de lo que realmente pasó en torno a Ycuá Bolaños. Este libro no pretende buscar la verdad, pues no es una investigación rigurosa, sin embargo, sin pretenderlo, fueron surgiendo algunos puntos que quizás aclaren al lector por lo menos parte de lo que sucedió, siempre desde el punto de vista de protagonistas o expertos en el tema.

El porqué realicé esta recopilación de entrevistas, ni yo misma lo sé bien. Estaba terminando la carrera de Ciencias de la Comunicación, pero mi experiencia en los medios de comunicación no siempre fueron buenas o significativas. Ya que siempre me gustaron los reportajes, aunque no he tenido oportunidad de trabajar profesionalmente en ello, hoy, esto se ha convertido en una especie de “reportaje largo”: una compilación de entrevistas, transcriptas íntegramente. Doce cassettes (quizás más) desgrabados, cada uno contendiendo interesantes y valiosas opiniones e historias.

Comencé el 10 de enero, recurriendo a Alejandro Nissen, uno de los abogados defensores de las víctimas. Él es mi primo lejano, sin embargo, yo jamás había hablado con él hasta el día en que caí en su oficina con grabadora en mano, día en que iniciaba mi “investigación”. Y el parentesco de ninguna manera me vuelca más o menos hacia tal o cual postura, incluso, el abogado Escobar Faella lo cita de una manera no muy grata en la entrevista que le hice, y no dejo de publicarlo.

Luego entrevisté al siquiatra Alejandro Maciel, quien me ayudó a comprender más lo que le sucede a la persona que pierde a un ser querido de esta manera tan brutal, además de comprender mejor la sociedad en la que nos toca vivir.

Luego comencé a entrevistar a algunos familiares de víctimas, y con ello me di cuenta de que es imposible imaginar tanto dolor, es imposible decir “Te entiendo” si es que no nos ha pasado algo similar. Demás está decir que cada una es una persona sumamente especial y valiente.

Recurrí a José Luis Simón, quien con la inteligencia de siempre contestó algunas dudas que tenía. Después entrevisté al abogado de Juan Pío Paiva, quien me brindó otra visión sobre el mismo tema, y fue bueno porque así es posible conocer la otra campana (al menos la de Paiva padre).

Fui hasta el Ycuá Bolaños siniestrado y entrevisté a un vendedor de la zona, el cual no me dio su nombre, y me dijo exactamente qué vio el 1 de agosto.

Posteriormente recurrí a Milda Rivarola, quien en pocas palabras me dijo aquellos a lo cual yo ya estaba llegando como conclusión personal: que el Estado en Paraguay no nos protege, por lo tanto, no está cumpliendo con su principal obligación.

Miguel Pacheco, de radio Ñandutí, con la amabilidad de siempre, me contó cómo vivió el 1 de agosto, porque vivía cerca del supermercado, sin duda, una historia increíble.

Justamente escuchando una vez radio Ñandutí, supe de un arquitecto experto en prevención de incendios. Fui a entrevistarlo, y lo que me dijo fue de suma importancia.

Recurrí a los bomberos de Formosa (Argentina), para saber acerca del peritaje, sin embargo, esto está entre los primeros capítulos, para darle mejor forma al libro.

Por último, habiendo escuchado muchas opiniones negativas sobre las funciones de la Municipalidad y sobre el intendente, le entrevisté para que me diera su versión sobre los hechos.

Sin duda, quizás el lector encuentre algunos aspectos que faltaron indagar, o personas que no entrevisté. Ya por falta de tiempo, ya porque el libro se estaba poniendo muy largo, o por no haberlo pensado, el caso es que hasta aquí llegué. Otras investigaciones o entrevistas podrán complementar lo aquí expuesto.

Tras una pausa algo larga, porque debía presentar mi tesina de la facultad, por fin retomé este proyecto y le di los últimos retoques para su publicación. Y aquí está, esperando que sea de provecho, por lo menos, para que conozcamos estas historias y estas opiniones, y tomemos conciencia de que es preciso presionar a nuestras autoridades para que se haga justicia, para que nunca más vuelva a suceder una tragedia y para que, en general, se pongan a trabajar en lo que deben: por el bien del país.






















1. El nuevo súper

En el año 2001 se inauguraba en Asunción el supermercado “Ycuá Bolaños”.

Una gran edificación, asentada en una esquina donde se cruzan dos avenidas, la citada Artigas y Santísima Trinidad. La nueva sucursal de aquella cadena, asumiendo el nombre “Botánico”, que está cerca de allí, parecía algo tan “familiar”, algo nuevo para el barrio. Más adelante me contaría Ignacio : “El supermercado Ycuá Bolaños hizo que el tradicional supermercado del barrio vaya a la quiebra”. No lo dudo. Imponente, atractivo, grande, en estos tiempos de los shoppings, los comercios con aire acondicionado a los cuales todos queremos ir.

“...Recuerdo cuando apareció el primer shopping center, un periódico tituló “Ya somos una ciudad del siglo XXI, tenemos un shopping ”.

La clase media, media-alta y alta acostumbra recurrir a los “súper” más “chuchis” como algo habitual, para realizar grandes compras semanales. Los más humildes recurren casi a diario para comprar lo más básico y lo más barato que puedan conseguir, viviendo al día.

Como no soy del barrio “Santísima Trinidad”, nunca fui de compras al Ycuá Bolaños – Botánico. Sólo fui dos veces, al famoso “Patio de comidas”. Nunca percibí que algo mortal se estuviera armando dentro de algunas chimeneas del lugar. Los productos, los colores, el brillo, todo eso nos obnubila, nos fascina, al recorrer los pasillos de un lugar así, nadie piensa en las horas que lleva parado un empleado de allí, por ejemplo. Para ser más exacta, doce horas.

“...Eran doce horas de explotación, ¡doce horas trabajaba! De lunes a lunes. No había feriado, no había un momento de descanso (...) Él venía cansado a las diez de la noche en casa, le friccionaba su pie porque el pie era lo que le cansaba mucho porque estaba parado doce horas, él tenía que estar parado doce horas, no se tenía que perder nada, porque ellos se pierde una cosa donde ellos están, en su sección, cien mil guaraníes le descuentan de su sueldo ”

“...O sea que en realidad esa persona no está viviendo, lo único que hace es trabajar como un burro todo el santo día, y realizarse como persona le es absolutamente imposible, porque no tiene tiempo material para dedicarse a sí mismo, para disfrutar de nada ...”



No sé si alguien percibe las horas que un funcionario, por ejemplo, una cajera, permanece en un supermercado, posiblemente controlada en el número de sus idas al sanitario, seguramente con apetito a cierta hora del día, y, sin dudar, ganando el sueldo mínimo, y casi seguro, este monto no se incrementa con el trabajo de los sábados y domingos.

“...Y muchas veces esto se ve más paliado cuando la empresa humana que se inició por lo menos tiene algún significado más trascendental, qué sé yo, construir por ejemplo un barrio de viviendas, eso tiene otra significación. Pero esto, que es una cosa puramente comercial, y que sabemos que va a beneficiar solamente a los propietarios, a los dueños, es mucho más compleja la relación. Y fíjese que casi todas las que murieron, de empleadas, eran las cajeras, entiendo, porque el fuego rasante creo que pasó por allí ”

“...estas pobres cajeras que tan golpeadas por la vida estaban que tenían que aceptar la tiranía “¡Hagan la caja antes de salir!” y ahí algunas quedaron atrapadas y carbonizadas, sentadas ...”

El gran supermercado llega al barrio, muchos jóvenes, ilusionados, obtienen un empleo (para algunos, el primero en su vida). El capitalismo salvaje en todo su esplendor, la explotación y la humillación llegaba al barrio, y aún peor, tiempo después, la masacre más grande, el asesinato colectivo más espantoso que se recuerde en tiempos modernos en Asunción, Paraguay.

Para poder recabar información sobre la inauguración, fui un diario capitalino a buscar el suplemento especial sobre la inauguración, que se había publicado en esas fechas. Pero en el archivo no estaba ese ejemplar. Me dijeron esto: “El arquitecto llevó el ejemplar y no trajo más”.

En la página web www.noticiasdot.com/publicaciones, con fecha 7 de agosto de 2004, tenemos el siguiente texto, que se refiere a la página web de la cadena Ycuá Bolaños:
“En la página de Internet www.ycuabolanos.com.py, se puede leer que el edificio que fue escenario de la peor tragedia de la historia paraguaya es catalogado como "un hito de la ciudad capital" y dice que su diseño "se ha ganado la admiración de los arquitectos".
Además resalta que el supermercado Ycua Bolaños cercano al Jardín Zoológico y Botánico de esta capital es la cuarta sucursal de una cadena fundada en 1978 y que "en los últimos años registró un crecimiento impresionante, instalando locales de diseño moderno”.
En la presentación de la empresa se ve, asimismo, que Ycuá Bolaños es una empresa paraguaya orgullosa de haber formado parte de la historia y la evolución de la comercialización en el país, entre otros aspectos.
La cadena cuenta con otros tres locales que se ubican en puntos estratégicos de la capital guaraní, centros de afluencia de mucha gente que acude en busca "de precios ventajosos, buena atención y todas las comodidades".
En el espacio de Internet se puede visitar una galería de fotos del local que ardió el domingo, en donde se muestran tomas fotográficas diurnas y nocturnas de la fachada, así como escenas del día de la inauguración, en diciembre de 2001, y del interior.
Curiosamente, el sitio registró ayer un aumento en el número de visitantes habituales, lo que constituye finalmente en otro triste hito para la red Ycuá Bolaños.”


































2. La tragedia del 1 de agosto

Domingo 1 de agosto de 2004, asado en casa, la familia reunida, en el patio. Mi hermano, tras recibir un “sms” en el celular, comenta: “Che, dicen que se está incendiando el Ycuá Bolaños”. En ese momento, no sabemos cuál sucursal es, y todos pensamos que se trata de un leve incendio. No puede ser de otra forma, a lo sumo algunos heridos, o ni eso. ¿Quién iba a tener idea de que estábamos por pasar por el shock que provoca el que nos abran los ojos a la realidad, tan bruscamente?:

“...Descubrimos ese día que podemos entrar en una trampa, morir, y nadie se hace cargo de esa situación. Eso es lo que descubrimos, aterrorizados ”.

Ni qué decir, por todo lo que habrían de pasar las personas que estuvieron allí, a las 11:25 de la mañana, viendo y sintiendo todo aquello. Por ejemplo, un bombero, que iría a quedar completamente shockeado, bloqueado. Puesto que:

“... Hasta ese día, ese señor creía que el mundo era una cosa. A partir de ese momento, vio que el mundo es otra cosa. Y la sociedad en la que está viviendo es altamente peligrosa, pero él no lo sabía, ese día lo comprobó. Que él puede ir inocentemente con su familia a un supermercado y terminar al spiedo. Todo eso comprendió ese señor ese día ”.

Las pantallas empezaron a mostrarlo, la televisión nos traía aquellas imágenes. Llantos, gritos, cuerpos quemados saliendo de huecos, en los hombros de los bomberos... perdón, ¿saliendo de dónde? De huecos, de boquetes... pero, ¿y las puertas? ¿Es que no había puertas por donde salir? Había, pero estaban cerradas. Alguien dio la fatídica, asesina y completamente loca orden de cerrarlas, por miedo a que se robe lo que había dentro del supermercado.

“Lo que he visto... que la gente lloraba y gritaba, y el humo, el humo caliente, parecía una tormenta y volaba toda esa suciedad, entraba todo por mi ojo, por mi nariz, por mi boca, ya no aguantaba más. Yo tapé en el comienzo, pero después no daba para aguantar. Y cuando sacaba mi mano, allí tragaba diez kilos de hollín, digamos ”.

“El jefe mandó cerrar las puertas y el jefe es Pío Paiva, fue la orden de él. Porque si no cerraban las puertas iban a morir pocos, diez, veinte por ahí, el resto iba a salir corriendo. Pero ellos mandaron cerrar las puertas. Hasta yo iba a poder salir si es que estuviese la puerta abierta, porque por lo menos la gente que estuvo encima mío iba a




correr hacia el patio de comidas o qué para salir. Pero en ningún lado, nos quedamos presos ahí adentro .

Los diarios se encargaron del tema con páginas y páginas. En la radio no se escuchaba hablar de otro tema (no hablar de eso era casi pecaminoso). Horas y horas, días y días.

Pero, poco a poco, ya no había tanto de qué hablar, más que ir aumentando el saldo de muertos, el número de heridos graves internados. Pronto, la noticia empezó a verse, esporádicamente, en la sección “Locales”, quizás en “Policiales”. El tema se empezó a diluir. Empezábamos a reemplazar una noticia por otra, un suceso por otro.

“...Los medios de comunicación que están interesados, hoy día han callado Ycuá Bolaños porque la red de supermercados es una de las redes principales entre los anunciantes, por eso se callan, en este momento, cuando debieran estar investigando ...”

Olvidábamos que murieron 400 personas, de una manera terrible, sufrida, infernal. Olvidábamos, poco a poco, que más de 400 familias estaban llorando si cesar, sin poder dormir, sin querer vivir más.

“...Y yo, mi vida desde que falleció mi hijo, estoy muerta. Yo soy una... es lo que se dice, en vida estoy muerta. Como te digo, mi vida ha cambiado. No tengo la tranquilidad de sentarme, conversar, tomar tereré, de reírme, escuchar música, sonreír, compartir con la familia. Terminó. Yo desde el primero de agosto, terminó mi vida, me enterraron con mi hijo ”.

“...Por ahora yo soy muy sensible. Cualquier cosa, me quedo nerviosa. Me siento víctima de una injusticia, de la incapacidad de la justicia ”.

Casi dos meses después, una tragedia familiar se sumaba: el secuestro de Cecilia Cubas. Fue el nuevo tema. Otro delito imperdonable, es cierto. Algo terrible, también. Lo malo no es que nos preocupemos por eso (y ojalá nos preocupáramos también por todos nuestros hermanos que viven en la miseria, o los explotados, los maltratados, los humillados de siempre)... lo malo es que empecemos a olvidar el 1 de agosto. El 1 de agosto no se puede olvidar. El 1 de agosto se puede repetir y esta vez le puede tocar a usted y a mí.

“No los mató el fuego, los mató la corrupción” reza un cartel, en una de las tantas manifestaciones. Los familiares de las víctimas se fueron agrupando. Y yo quise empezar a indagar. Quise buscar historias. Quise saber qué sienten ellos, los


familiares, los sobrevivientes, y qué están haciendo. El paso número uno fue recurrir a Alejandro Nissen, uno de los abogados que representa a familiares que querellan a los dueños del supermercado y a otros supuestos culpables que existan. Este fue el comienzo. De esto me enteré el día en que lo entrevisté:

ENTREVISTA AL ABOG. ALEJANDRO NISSEN, ABOGADO QUERELLANTE DE 92 FAMILIAS. MARTES 11 DE ENERO DE 2005 – 08:00 HS.

Cuéntenos cómo comienza esta historia por favor.
Después de la tragedia del Ycuá Bolaños a mí me había llamado un compañero que es Ricardo Latazza, amigo del doctor Almirón para que asumiéramos la representación de él en una querella adhesiva, una querella criminal adhesiva y fue así que nos reunimos en el sanatorio de él, nos reunimos, él nos manifestó que deseaba presentar un cargo contra los responsables del incendio, y ese mismo día a la noche (la reunión con Almirón fue al mediodía) y en horas de la noche tuvimos una reunión similar en casa del ingeniero Cristaldo, que es también otra persona afectada por el Ycuá Bolaños, había fallecido su señora. Entonces en realidad que el objetivo de estas dos personas, y que después se armó un grupo, fue la de poner sobre la mesa la cabeza del responsable. No les interesaba en realidad la parte del resarcimiento, no quiere decir que no vayan a reclamar lo que les corresponde en su momento. Pero la idea era la de condenar al responsable.

Y así comenzamos hablando hasta que después se armaron los grupos. Y después se armó lo que hoy es la Asociación de víctimas del Ycuá Bolaños, pero nosotros en realidad representamos a 92 familias, no a toda la asociación, somos abogados de 92 familias que componen parte de la asociación de víctimas, 115 víctimas. Y entonces iniciamos los trabajos, que consiste en una querella adhesiva, básicamente una figura nueva del Código Procesal Penal que consiste en presentar los cargos y coadyuvar con la Fiscalía en la investigación, pero son ellos los que realmente administran el caso.

Se inició la querella y se fue sumando gente a nuestro grupo, hasta llegar a esa cantidad y a grandes rasgos te puedo decir que concluimos este trabajo el día 31 de diciembre, presentamos una formal acusación contra los señores Juan Pío Paiva y Víctor Daniel Paiva, contra el guardia privado Areco y contra cuatro guardias de seguridad que estaban cubriendo el estacionamiento. Además de eso también presentamos acusación contra los directores del Ycuá Bolaños, en este caso los Casaccia, los Alfonso y las personas que componen el directorio Ycuá Bolaños.

Los delitos que nosotros acusamos son:

- Homicidio doloso agravado y
- Homicidio doloso agravado en grado de tentativa contra Juan Pío Paiva, Víctor Daniel Paiva y los guardias,



- Lesiones graves y omisión de auxilio: contra las mismas personas y contra el directorio de Ycuá Bolaños, homicidio culposo por exposición de personas a lugares de trabajo peligrosos.

Porque el resultado de este delito fue la muerte de personas en el caso de los directores, en el caso de los Paiva fueron los responsables de haber cerrado las puertas.

Y además de eso, también el 31 de diciembre presentamos una nueva querella criminal, también en representación de 92 familias, en contra del director y arquitecto de la obra que es Bernardo Ismachoviez, porque la Fiscalía erróneamente – y seguramente siguiendo otra vez indicaciones políticas – fraccionó el proceso. Eso no está bien porque no hacía falta fraccionar el proceso. En realidad tendríamos que haber presentado a todos los responsables en un mismo juicio y el mismo día de la audiencia preliminar y luego el juicio oral y público. Pero yo entiendo de que este fraccionamiento se debe a presiones políticas para no incluirle dentro de este paquete de responsables a las autoridades de la Municipalidad, sea Riera, sea Burt o cualquier funcionario que ha incumplido las normas de seguridad.

Entonces el 31 de diciembre como te digo, presentamos la acusación contra esas personas, y nueva querella contra Ismachoviez. Y estamos esperando saber cuál va a ser la decisión de la Fiscalía con relación a los responsables del ente municipal.

Todavía no se manifestaron al respecto. El 7 de diciembre del año pasado a las 19:30 hs. en el local de la CONATEL el fiscal Edgar Sánchez se hizo presente en ese lugar, no como gentileza, no, es su obligación informar a las víctimas de los avances del proceso según el nuevo Código Procesal. Una de las preguntas precisamente fue qué va a pasar con la gente, con los responsables del ente municipal, y él manifestó que esa carpeta fiscal, esa investigación está a cargo de la fiscala Matilde Moreno y que estaban esperando el resultado de un sumario administrativo. Esa es una estupidez mayúscula, una estupidez sin precedentes porque en realidad, en la Fiscalía tienen la obligación de investigar, y no estar supeditados a un sumario administrativo, que desde luego nada va a traer en beneficio de la verdadera...de la verdad real, es algo interno de la Municipalidad, es más, tenemos conocimiento de que concluyó el sumario administrativo en donde fueron encontrados responsables solamente los funcionarios, directores ninguno. Solamente los inspectores, y recibieron una sanción de 30 días de suspensión. Ese es el resultado del sumario.

Yo creo que la Fiscalía no se va a quedar con ese resultado, me imagino, porque ya se están preparando movilizaciones de las víctimas, de los parientes con relación a esto.

Nosotros, volviendo al tema de la acusación – que es la conclusión de la investigación – presentamos, hicimos todo un material de apoyo técnico, todas las pruebas reunidas en un DVD, y así presentamos nuestras pruebas al juez. Esta prueba contiene 839 fotos, contiene las principales declaraciones testificales, contiene las pericias que


hicieron el Cuerpo de Bomberos Voluntarios del Paraguay, la Policía Nacional, la Policía de Formosa y los americanos. La Policía de Formosa hizo un excelente trabajo, mirá es un trabajo maravilloso la pericia presentada por los argentinos, y después tenemos las grabaciones de radio, y las grabaciones de algunas llamadas que ocurrieron al sistema de emergencia policial 911.

¿La grabación de la llamada del padre, Juan Pío Paiva, al hijo Víctor Daniel no se pudo conseguir?
Yo en realidad... tenemos miles de llamadas, todavía no pude controlar una a una, pero de las que pudimos controlar te digo son llamadas de desesperación, de gente que estaba adentro, gente que se estaba quemando y otras que se estaban asfixiando.

¿El DVD es una prueba?
Es un material de apoyo técnico. La idea es presentar esto el día del juicio, utilizar un sistema multimedia para proyectar, y vas con esto exhibiéndole al juez, todo lo que ocurrió, aquel hecho, y ojalá sea admitido, tenemos que esperar que esto se admita. Entonces vos vas explicando el día del juicio y vas exhibiendo, mostrando las imágenes de los hechos y las grabaciones.

El DVD puede ser cuestionado. Pueden decir que las voces, o las imágenes son superpuestas... pero es muy rebuscado. Vos sabés que la defensa tiene que tratar de embarrar la cancha como pueda.

¿De qué Código partimos para hablar del tema?
Para hablar de la tragedia del Ycuá Bolaños, la conducta de esta gente está prevista en el Código Penal, que es código de fondo. En los hechos punibles de homicidio doloso, homicidio doloso en grado de tentativa (de aquellas personas que lograron salvarse), lesión grave, omisión de auxilio (a pesar de que la Fiscalía le sobreseyó al responsable de la omisión que era el señor Casaccia). La Fiscalía cree que no existen suficientes elementos para sostener la acusación por omisión, a pesar de que hay testimonios categóricos que mencionan que el señor Casaccia se hizo presente en el lugar pero no entregó las llaves que tenía en su poder, arrojó las llaves realmente en vez de ser él el que abra los portones.

Los otros hechos punibles son exposición de personas a lugares de trabajo peligroso. Y al arquitecto Ismachoviez es “riesgos en la construcción”.

Pero, los Paiva, vos sabés que pesa sobre ellos cargos por el hecho de haber cerrado, conocían, digamos, de las deficiencias del edificio, conocían de la existencia de las normas de seguridad e incumplieron esas normas de seguridad, sabiendo. Esas normas están previstas en ordenanzas. Hay varias ordenanzas que te voy a decir. La ordenanza 2597/88 que regula las normas de seguridad y prevención contra incendios. La 25197/89 que establece la tasa anual por los servicios de inspección e instalaciones, el Reglamento General Técnico de Seguridad, Higiene y Medicina en el Trabajo,



normas del Ministerio de Justicia y Trabajo. Existen abundantes leyes pero no se cumplen.

Están las normas y justamente el incumplimiento de las normas hace que vos cometas el delito. Pero te digo hay abundante legislación que no se cumple. Si se cumpliera, no iban a ocurrir todas estas cosas. Pero como este es el país de la coima, el país de los amigos, el país de la corrupción, entonces no les interesa, no le interesa a nadie cumplir con las normas porque pueden arreglar con una coima, comprar jueces, fiscales, etc. Ese es nuestro país.

El Código Procesal Penal es la forma, el cómo se prosigue el juicio, las ordenanzas municipales que te comenté, el Reglamento General Técnico de seguridad, higiene y medicina en el trabajo, las normas de seguridad del INTN que son como doce normas, todas incumplidas por el constructor del Ycuá Bolaños.

En cuanto a la situación legal del Ycuá Bolaños antes del incendio... ¿era una sociedad?
Es una sociedad. Más acciones están a cargo de los Paiva, acciones al portador, es decir, que no sabemos hoy en poder de quiénes están. Pero los principales responsables son Paiva como presidente de la empresa, el hijo en realidad es un gerente de salón, servil al padre y cumplidor incondicional de las órdenes que él daba – por eso ocurrió todo esto – y después están los directores que son Casaccia y la esposa, después está el hijo de Alfonso, etc.

¿Qué sucedió, jurídicamente hablando, el 1 de agosto de 2004?
En realidad, el 1 de agosto lo que ocurrió fue lo siguiente: era normal, por decirte, “normal”, era común que haya explosiones de gases dentro del supermercado. Y bueno. Ese día lo que ocurrió fue, como consecuencia de la construcción de una chimenea que partía de una parilla ubicada en el patio de comidas, el constructor qué hizo: elevó una chimenea y le dio la forma de “S” en una parte de la misma, para evitar que esa chimenea pueda encontrarse con una viga. Bueno, entonces esa “S” hizo que se acumulara grasa en esa parte de la chimenea, y entonces, como consecuencia del fuego de todos los días, y sobre todo de ese día, esas grasas se fueron prendiendo. Se fueron prendiendo y ese fuego que se inició en el codo de esa “S” comenzó a debilitar el material de la chimenea y ese fuego y ese fuego comenzó a salir de ese codo, y se concentró entre el cielorraso y el techo.

Al concentrarse ese fuego entre el cielorraso y el techo, fue quemando una capa de poliuretano. El poliuretano es simplemente un aislante para el calor, no es antiflama. Es simplemente un material con el cual se pinta la chapa del zinc para eliminar el calor exterior, nada más que eso, y es altamente tóxico.

El fuego se concentró entre el cielorraso y el techo, el fuego se alimenta de oxígeno, entonces fue ganando espacio y se fue recorriendo el techo consumiendo el poliuretano hasta llegar al sector de panadería. En panadería existían 5 hornos eléctricos, que no


despiden humo, despiden vapor. Entonces al encontrar ese fuego el vapor de los hornos (sin ningún extractor) entonces produce la primera explosión. Esto se inició alrededor de las 9 de la mañana ya. Es por eso que el señor Paiva hijo se salva, porque ellos conocían de que algo existía arriba, porque fueron comunicados por una funcionaria de nombre Amada Correa, de que algo ocurría en el techo, entonces por eso es que este señor, de un físico voluminoso, a pesar de ese impedimento físico él pudo salir del lugar.

Entonces eso se descontroló, inclusive la gente que escuchó la primera explosión, que estaba afuera esperando a sus familiares, trató de ingresar en ese momento (a eso de las 11:25), entonces los guardias le decían que no se podía entrar porque había una suerte de incendio, dijeron: “Vyrorei”, que con un extintor iban a poder controlar el fuego que se estaba iniciando. Después viene la siguiente explosión, y el cielorraso estaba simplemente atado de unos alambrecitos del techo, y esos se fueron ya poniendo al rojo vivo, hasta que el calor venció la resistencia del metal, y cae el cielorraso, no el techo. Eso hace que el fuego busque otra vez el oxígeno que estaba en el salón, y allí ya consumió todo lo que había.

Entonces cuando eso estaba ocurriendo vienen las órdenes de cerrar las puertas de acceso al supermercado, que son varias. Las primeras puertas que se cierran son las puertas del salón de la entrada de la Av. Santísima Trinidad, y otra que da a la rampa, que separa el salón comercial de una escalera.

En realidad que hay muchos momentos. Hay personas que por ejemplo llegan hasta la puerta de blindex y encuentran cerrada y rompen, otras que ya pasan y te dicen que no saben si estaba cerrada o no porque ya encontraron “abierta”, ¿por qué?, porque rompieron.

Un pequeño número de personas, 15 a 20, que logran vencer la puerta de blindex y un portón que es el portón de la rampa y llegan hasta la Av. Artigas, y pasan, le vencen al guardia y pasan, y después se cierra el supermercado. Los demás ya no salieron.

¿Hay diferencia en lo legal de la situación de un fallecido, un pariente, un funcionario, etc.?
El Código Penal priorizó un bien jurídico principal que es la vida. No hay diferencias entre la vida de un funcionario, de un cliente o la vida del mismo director. Por eso el Código en primer lugar castiga cualquier hecho que atente contra la vida humana. Partiendo de eso no hay diferencia alguna, pero la Constitución y la Ley lo que buscan es proteger la vida y la integridad física de las personas.

Los heridos entrarían en la parte que usted dijo, sobre “tentativa de homicidio”...
Sí, pero tenemos un problema. Volviendo a esa reunión que hubo el 7 de diciembre, el fiscal, la gente que estaba allí le preguntó al fiscal puntualmente: “Señor fiscal, ¿se les va a acusar o no a los Paiva de homicidio doloso?”. El fiscal se reservó responder, sin embargo, dio a entender que sí, hoy sabemos que sí, efectivamente les acusó por


homicidio doloso. Cuando se le formuló esa pregunta, yo le pregunté al fiscal: “Señor fiscal, si usted va a acusar por homicidio doloso, por favor no se olvide de que existen heridos leves, y entonces, si existen heridos leves, usted tiene que incluirlos dentro de la categoría de “tentativa”, porque esa gente se salvó por suerte”. Y el señor fiscal me dijo que yo tenía que conocer el procedimiento, y que los heridos leves tienen que ser sometidos a otro proceso. Una persona que tenía heridas leves, que tenía quemado el brazo, levantó la mano, reaccionó y dijo, “¿Cómo es eso...?” A pesar de que el fiscal se comprometió a acusar por tentativa, el día jueves 30 de diciembre presentó la acusación y no previó la tentativa de homicidio. Por tanto, los heridos leves posiblemente no entren dentro de este proceso, y tengan que hacer otro proceso paralelo, de nuevo. Una locura.

Van a tener que hacer otro proceso independiente. Resulta que eso sería un delito de acción penal privada, en donde no entra la Fiscalía, simplemente entra un abogado privado. Tenés que hacer el procedimiento por tu cuenta.

Desde un principio hablamos con los fiscales y les dijimos: “Miren que hay heridos leves. ¿Qué se va a hacer? Hay que hacer una política criminal, como es un caso excepcional tendrá que hacerse una excepción”, para que todos entren dentro de una misma bolsa, por decirte así. No ocurrió nada de eso.

Los heridos graves serán, seguramente, beneficiados, por decirte, con la condena del... o sea, me refiero beneficiados en relación a la reparación del daño, que serían indemnizados.

¿Cuál es el objetivo final de la querella?
El grupo al que yo represento, de 92 familias, antes que nada, prioridad para ellos es la condena. La condena a los responsables. Y seguidamente y en el mismo juicio, siguiendo las nuevas reglas de este nuevo Código Procesal Penal, ese juicio de reparación se hace ahí mismo, ante el mismo juez, no te vas a la jurisdicción civil. Solamente esperás la sentencia y una vez que eso quede firme, comenzás tu ejecución y reparación de daños con ese mismo juez. Esto es nuevo y va a ser seguramente la primera vez que ocurrirá una situación similar. No hay precedentes de que tu juez penal sea el juez que va a encausar el juicio civil.

Prioridad: la condena. Segundo, la reparación del daño.

¿Piden 25 años de cárcel?
Nosotros pedimos 25 años para los Paiva y los guardias. Para los otros pedimos 12 y 5 años.

¿Cuál es la responsabilidad del Estado, o del Gobierno?
El Gobierno realmente es la forma de administrar el Estado. El Gobierno es por ejemplo el partido político que está gobernado el país. Pero la responsabilidad recae sobre el Estado, no sobre el Gobierno. Desde luego que existe responsabilidad del Estado

desde el momento en que los funcionarios han incumplido las normas. Por eso es que debe también ser incluida en la investigación la Municipalidad.

Cuando son funcionarios del Estado, son responsables de sus actos, y por tanto el Estado eventualmente tiene que hacerse cargo de esa irresponsabilidad y por una acción de repetición se acciona en contra de los funcionarios para tratar eventualmente de cobrar lo que el Estado debe pagar.

Pero a esta gente afectada, ¿se le tiene que pagar con el dinero del directorio del Ycuá Bolaños?
Claro, acá tiene que hacerse cargo la sociedad en primer lugar. Y también hay que apuntar contra el arquitecto, y también hay que apuntar contra la Municipalidad. Todos son responsables. Ahora, hay responsabilidades diferentes. Una es la responsabilidad penal, diferente a la responsabilidad civil. La responsabilidad penal recae fundamentalmente sobre la persona que tiene el dominio del hecho. Es decir, si vos tuviste participación inmediata en aquel momento, entonces vos sos responsable penal y civilmente. Pero puede ser responsable civilmente la persona que de alguna manera infringió una norma – sin ser responsable penalmente – porque no tuvo dominio del hecho.

El arquitecto es responsable penalmente porque está prevista su conducta en el Código, pero también lo sería civilmente.

También la esposa de Casaccia es responsable penalmente, por un artículo del Código penal que es el artículo 16, que es muy amplio y muy discutido en cuanto a su legalidad se refiere, muchos hablan de que es un artículo inconstitucional. Porque te hace responsable a vos de todos los actos que se cometen en la sociedad.

¿Quién sería responsable civilmente?
La sociedad del Ycuá Bolaños. Penalmente, el director del Ycuá Bolaños, que tuvo dominio del hecho. La sociedad en sí tiene que responder por los daños, con su patrimonio.

Hasta el momento la sociedad no ha pagado un centavo. Lo que se consiguió es embargar la totalidad de la póliza de seguros, tres millones de dólares que están embargados en una cuenta del Banco de Fomento, ahora bien, esa es una plata que le pertenece a la sociedad y que va a ser destinada eventualmente para el pago de las víctimas.

¿El Estado tiene que pagar algo?
Y el Estado entra... la cota de participación del Estado está en el art. 136 de la Constitución.

Dice este artículo: “Ningún funcionario público está exento de responsabilidad. En los casos de transgresiones, delitos o faltas que cometiese en el desempeño de sus funciones, son personalmente responsables. Sin perjuicio de la responsabilidad

subsidiaria del Estado, con derecho a éste a repetir el pago de lo que llegase a abonar en tal concepto”. O sea, el Estado te va a pagar sin perjuicio de que el Estado repita eso contra el funcionario.

Y en la Ley Orgánica Municipal en su artículo 236 dice: “Los miembros de la Junta serán personalmente responsables con sus bienes conforme a las leyes civiles y penales por los perjuicios ocasionados a la Municipalidad en el ejercicio de sus funciones, por actos y operaciones cuya realización autoricen en contraversión a las ... legales”. “El intendente y los demás funcionarios municipales están sujetos a la responsabilidad civil y penal por incumplimiento de las disposiciones de esta ley, en el desempeño de sus funciones”.

¿Esto no se va a cumplir si no se hace la querella contra la Municipalidad?
Exactamente. Pero te digo, independientemente de la querella, es la Fiscalía la que de oficio tiene que iniciar esa acción, no hace falta un querellante. Pasaron 5, 6 meses y hasta ahora no existe todavía un movimiento de la Fiscalía para imputar, para investigar a la gente de la Municipalidad.

Hay un deseo de que la Municipalidad eventualmente se haga cargo, también, en la parte que le corresponde del pago a estas víctimas. Ahora, cómo la Municipalidad va a pagar eso, no sé. Entonces, se habló, porque hay una persona que es abogado, que aparentemente fue contratado por los Paiva, que se está dando digamos esa versión, es un abogado argentino, de apellido Benaventos, que insinúa que la Municipalidad debería quitar un crédito para pagar a los familiares. Pero es una utopía, es una ilusión.

El tema de que el presidente Duarte Frutos el día de la tragedia decía que iba a pagar a los hospitales, ¿de dónde provendría ese dinero?
Ese es el CEN, el Comité de Emergencia Nacional, él se hizo cargo de aquellas víctimas, verdad, o de aquellas urgencias, no sabemos si esa plata desembolsada por el CEN le corresponde realmente a los fondos del CEN o son donaciones, porque hubieron muchísimas donaciones. Se va a pedir un informe ahora, justamente para ver cómo se pagaron esas urgencias. Si pagó el Estado – a través del CEN – o pagó el CEN con donaciones. Eso está pendiente de tener una explicación.

Esas 92 familias que usted representa, en su momento pagaron de su bolsillo, otros con las donaciones, ¿también van a reclamar lo que gastaron el día del incendio y los días posteriores?
Claro. Hay una señorita de apellido Rodas Cristaldo que hasta el momento gastó 60 mil dólares para poder sobrevivir. Aquí está su historia clínica. Esta chica está quemada casi en un 80% de su cuerpo.

Ella no va a quedar bien. Acá hay mucha gente que por más que tenga heridas leves en la piel, quemaduras leves, tiene una gran deficiencia pulmonar. Hay heridas de las vías respiratorias que no sabemos cómo van a quedar. Inclusive hay gente que falleció posteriormente al incendio. El monóxido de carbono que ellos inhalaron es extremadamente peligroso y no sabés cómo van a quedar esas personas.

Es un perjuicio tan grande, una situación tan particular, porque por ejemplo, esto ocasionó la existencia de huérfanos. Fallecieron los padres, o la madre... eso qué hizo, eso hizo que esos chicos pasen a vivir con las tías, las abuelas, y vienen los padres (el papá, por ejemplo) y quieren recuperar a esos chicos y ya no le dan los chicos porque se quedaron con las tías, con los parientes más cercanos. Entonces se genera un conflicto social. Y ese padre de repente, esta es gente muy humilde, y para recuperar ese chico, no tiene forma de contratar un abogado.

Esta es una cadena de situaciones que son ya incontrolables.

Cada historia, de las mil que hay, es un desastre...
Es un desastre. Tenés estas personas que están con máscaras, con guantes especiales. Esa gente sufre el calor ahora. Estamos con 43 grados ahora normalmente en el país. Vamos a suponer, necesitan un aire acondicionado, no tienen. Si el Estado o el señor Paiva les pone el aire acondicionado, entonces tienen otro problema, que es el consumo eléctrico. Esta es gente pobre.

Acá la gravedad, la situación se complica para Paiva por el hecho de haber cerrado las puertas. Esta desgracia realmente es accidental, nadie discute eso. Pero el problema de Paiva es sus tremendas ansias, deseos de bienes materiales, que le hizo olvidar a él olvidar proteger un bien principal que es la vida. Además de esta desgracia, Paiva tiene miles de antecedentes antes, como persona. Hay miles de situaciones que a él lo identifican con el mal trato a sus funcionarios. Ejemplo: funcionarios que trabajan normalmente trece horas por día. Funcionarios que son sancionados por ejemplo con multas de 100.000 guaraníes por el hecho de haber tomado tereré frente a él, o sea, de haber sido sorprendidos con un tereré. Funcionarios que son suspendidos, por ejemplo, las llegadas tardías significan la suspensión de todo un día, te descuentan un día. O sea si llegás tarde, te vas a tu casa, ya no venís más. De lunes a viernes, te vas a tu casa y no venís más, sos sancionado con un día de descuento de tu sueldo. Ahora, si vos llegaste tarde un viernes, te descuentan el viernes, sábado y domingo, y solamente faltás el viernes, tenés que venir a trabajar sábado y domingo.

El caso de una funcionaria que estuvo de luto – murió una hermana – pidió el permiso por duelo, y entonces le dieron pero le descontaron tres días de duelo. Después tenían regulado y controlado el hecho de ir a los sanitarios. Es decir, una serie de situaciones que van a ser tocadas el día del juicio, eso se puede, esas son situaciones antes del hecho punible, que el Código prevé dentro de la medición de la pena: cómo fue tu conducta antes, durante y después del hecho punible.

Nosotros en nuestro escrito de querella de todo eso hablamos, y vamos a tocar el día del juicio y ojalá que los funcionarios que me pasaron a mí esos datos también cumplan. Es una situación muy difícil porque está en juego su trabajo.





Sería tan diferente si ellos hubieran sido patrones “normales” por lo menos, y no hubieran mandado cerrar las puertas... Ahí cambia la historia.
Ahí cambia la historia, podrían eventualmente ser simplemente sancionados por un homicidio culposo, como consecuencia de las impericias, de la imprudencia, de la negligencia. Pero acá no ocurrió eso. Entonces, te digo, con el sólo hecho de que el gordo este, y el papá, por lo menos disimulasen o procurasen salvar algunas vidas, yo te puedo asegurar que la Fiscalía no les iba a imputar por homicidio doloso.. Pero ellos mismos criticaron el hecho de haber roto las paredes de vidrio. Inclusive les pedían a los policías que eviten que las personas rompan los vidrios de las puertas que estaban ahí. Todo eso hace que se empeore la situación de los Paiva.

¿Funcionan aún los supermercados Ycuá Bolaños del Multiplaza, de San Martín...?
Funcionan Multiplaza, Los Arcos y el de la calle General Santos y Fernando de la Mora.

¿Eso está a nombre de quién, quién gana ese dinero...?
Son diferentes sociedades, pero siempre dentro del directorio está Pío Paiva.

¿Él sigue ganando dinero?
Claro, mientras ese supermercado siga produciendo, él va ganando su utilidad ahí.

Más vale que de ahí salga todo después...
Claro, ahora yo te quiero decir lo siguiente, es ficticia esta ganancia de Ycuá Bolaños. Nosotros tuvimos acceso, entramos en la sección Administración después de unos días de quemado el supermercado, encontramos unos diskettes, que ya entregamos a la Fiscalía, en donde se mencionaba por ejemplo un registro de las recaudaciones por día. Más o menos el Ycuá Bolaños que se incendió tenía una recaudación de 98 millones por día. Lo que te da un total cerca de 600 millones por mes, que pasaba a retirar Prosegur diariamente. Pero si vos proyectás esa recaudación a un año, yo tuve acceso a la recaudación de seis meses nomás, si proyectás a un año vas a quitar un proyecto de utilidad que te da aproximadamente 300 millones de guaraníes por mes, si es que declarás 1% de tu utilidad. Ni un comerciante trabaja para ganar 1%. ¿Sabés cuánto ellos declararon en su balance? 30 millones de guaraníes de utilidad. O sea, hay una evasión impositiva tremenda.

Nosotros denunciamos y nadie hizo nada, la Fiscalía todavía ni hizo la investigación. Es la única manera de tener una cadena de supermercados: evadiendo impuestos, ingresando al contrabando, o adquiriendo cosas de contrabando, eludiendo impuestos, no hay otra alternativa. Y ese es el señor Paiva y su entorno. Contrabandistas y evasores de impuestos, además.

¿Pero ellos siguen ganado con esos otros supermercados, o la gente ya no va tanto a comprar en ellos?
Se va igual la gente. Yo hablé con algunos funcionarios y me dicen que básicamente el mismo movimiento es. Habrá mermado tal vez, pero muy poco. La gente sigue estacionando abajo.


Todos los funcionarios que sobrevivieron y están en condiciones de trabajar, ¿están trabajando en los otros locales?
No. Ningún funcionario sobreviviente del Ycuá Bolaños está trabajando en la cadena. Todos tuvieron que buscar otro trabajo. Porque no hay voluntad de incorporarles en los otros supermercados de la cadena.

¿Los dueños no se preocuparon de dónde van a trabajar?
No, al contrario, les ofrecieron y te digo, ayer hubo una reunión en la casa de Guillén – que es una víctima del Ycuá Bolaños -, entonces hubo una reunión entre las víctimas y estuvo accidentalmente una chica de nombre Cynthia que era una funcionaria de la verdulería, y entonces ella confesó que fueron instigados, le ofrecían un pago de un millón de guaraníes por mes, durante 30 meses, a cambio de que ellos se borren del mapa. Entonces ayer, cuando ella comentó eso, casi le colgaron a la chica. Ella creo que accedió a eso. Ese es el ofrecimiento de ellos.

Sobre la situación de los guardias, tengo entendido que de cuatro, tres salieron libres, uno nomás quedó, porque a ese se le vio cerrando una puerta.
Resulta que habían guardias de salón, son guardias privados y guardaespaldas de los Paiva y son de salón. No tienen uniforme. Uno de ellos es Hugo Cabral, que falleció. El otro es Daniel Areco a quien la gente le vio cerrando las puertas que dan a la rampa, entre la divisoria del saló comercial y la rampa. Fue reconocido, por qué fue reconocido, porque es una persona que está constantemente en el salón, y la gente le conoce. Los demás guardias son guardias de la firma Prevención. Estas personas tienen a su cargo el cuidado del estacionamiento. No existen otras personas que no sean estas, que estén a cargo del estacionamiento. Entonces, la lógica y los indicios te dicen que ellos fueron los que cerraron el estacionamiento.

Los portones.
Los portones. Sin embargo, el fiscal pidió sobreseimiento. Que salgan libres porque no hay pruebas contra ellos.

¿Quedan libres?
Quedarían libres. Nosotros igualmente acusamos pero vamos a ver. Por eso te digo, nuestra figura, la figura del querellante adhesivo es decorativa, estamos atados de un hilo.

Entonces acá abajo estaban tres guardias, más una portera que se llama Leticia Lusich. Entonces todos los guardias, privados, de la empresa Prevención, van a ser beneficiados con un sobreseimiento. Por qué, porque el fiscal no puede sostener que estos hayan sido los que cerraron los portones. Sin embargo, no hay otra persona que no sean ellos, los que estuvieron en el estacionamiento. Entonces, no siempre se puede sostener firmemente una acusación con pruebas directas. También deben utilizarse los indicios. Solamente en nuestro país todavía, es un tabú el tema de los indicios. Pero cuando vos investigás hechos por lesión, cuestiones relacionadas con la


mafia, no vas a encontrar siempre las pruebas, vas a encontrar indicios, y el juez tendrá que saber valorar el indicio.

¿Y los testigos?
Claro que hay testigos pero nadie les puede reconocer porque estos guardias rotan mucho. No son habitué del lugar. Inclusive algunos hacía tres días estaban allí. No siempre están. Diferente que vos si sos habitué del supermercado le encontrás siempre, como ocurrió con el caso de Areco.

Yo pensaba: el guardia de seguridad, gana 800, 900 mil guaraníes por mes, no sé, y si le dicen “cerrá, cerrá o te quedás sin trabajo”, y vos no sabés la magnitud del incendio, ese es un tema de presión también al funcionario...
En un comienzo, yo creo que ellos podrían haber sido beneficiados con una causas de justificación. Existen causas de justificación en nuestro Código Penal. Por ejemplo, la legítima defensa, el Estado de necesidad justificante, el trastorno mental, el error de provisión, el exceso por confusión... son situaciones que el Código prevé como una situación de excluir de un proceso.

En todo caso, ¿acortar la pena...? Los guardias, pienso yo, ¿no se habían imaginado la magnitud del incendio tal vez, o que iban a ir presos...?
Esa fue realmente la situación, no previeron la magnitud del incendio. Sin embargo, los dueños en el mejor de los casos los Paiva tendrían que ser condenados por el dolo eventual. O sea, el dolo es la intención, el “querer” y el “conocer”. Yo quiero matar y conozco el resultado “muerte” y sé que es un hecho anti jurídico. Y sé que es un delito, y sé que voy a ser castigado. No obstante, yo quiero matar. O sea es la intención a la máxima potencia. El homicidio culposo es: no hay intención de matar. Es un accidente producido por la negligencia, la imprudencia, la impericia. Pero en el mejor de los casos a los Paiva les tienen que condenar por dolo eventual, que es: conocés que existe un riesgo, pero nada hacés para evitar el resultado. Ese es el dolo eventual. Yo sé que en mi supermercado está ocurriendo un incendio. Sin embargo, en vez de evacuar, lo que voy a hacer es cerrar los portones y tratar de arreglar yo el tema. Eso está previsto en la doctrina.

Ustedes van a acusar a los guardias de homicidio doloso también.
De dolo, sí. Para nosotros no existió el dolo eventual porque inclusive ellos podían haber desobedecido la orden conociendo la magnitud del desastre. Ellos desaparecieron del lugar. Y después te voy a hacer escuchar una grabación que confirma esta teoría.

Después salió un hombre en la prensa diciendo que sólo él tenía el manojo de llaves del lugar.
Ese es don Julio. Don Julio es una persona que vive enfrente del supermercado, su señora falleció allí. Él, si bien es cierto, abre el supermercado, es un hombre de confianza de Paiva y también su asador cuando hay reuniones sociales. Él abre el supermercado, es cierto, y deja abierto el supermercado. Es decir, lo que no hace es candadear. Sin embargo, en este caso, él había salido de vacaciones y un manojo de


llaves le entregó al gordo Paiva. Eso mismo él declara. Entonces si bien es cierto él abrió el supermercado, otro manojo de llaves tenía el gordo Paiva.

Pero acá no hablamos luego de que el supermercado haya estado candadeado. Sino que cerraron nomás las puertas y ante la desesperación nadie piensa, y segundo, las puertas se abrían en sentido contrario a las normas de seguridad. Las puertas en caso de lugares de mucho acceso al público se abren hacia fuera, no hacia adentro. Eso dice la norma. Entonces son puertas de emergencia que se abren hacia fuera, nunca hacia adentro.

¿Ellos tenían puertas de emergencia?
No, no había. Las mismas puertas de ingreso son las de salida. No había ninguna señalización, no había puertas de salida de emergencia, nada. Extintores había pero los extintores se clasifican de acuerdo al lugar. Y tampoco había una clasificación. Tampoco existía una instalación automática de incendio, es decir que acá lo que había era un detector de humo, colocado en el salón del techo para abajo, sin embargo el incendio estaba ocurriendo sobre el techo (cielorraso). El detector no detectó nada.

¿Cuál es su opinión final?
Yo lo que te digo es lo siguiente: yo creo que existe suficiente legislación, hay normas suficientes para cada caso, para cada situación, que no se cumplen. No se cumplen porque esa es la idiosincrasia del paraguayo, la de incumplir las normas. La de subirse al ómnibus y engañar al guarda, y después sos tan feliz porque le engañaste al guarda, porque no le pagaste el pasaje. Esa es la mentalidad del paraguayo. Es parte de la cultura, de la formación. Y estas desgracias son producto de esa situación. Entonces la falta de respeto a la ley, a las normas, la mala formación, la educación, eso hace que esto ocurra.

Como te decía, vamos a arreglar de otra manera, si viene el inspector le sobornamos y se acabó. Porque a nadie le interesa cumplir, nadie es consciente. Una persona maneja, no se pone el cinturón. Ahora sí, cruzas Foz de Iguazú y ya te ponés el cinturón, y ya te cuidás de tirar la basura a la calle. Entonces este es el país de la impunidad, no hay castigo ejemplar. Y todo esto contribuye para que ocurra esta desgracia. Un ejemplo latente es ese bar que está sobre Estrella y Colón, la Chopería del Puerto. En la Chopería del Puerto vos estás tomando en la vereda. Y todos tomamos en la vereda, yo me fui también a tomar en la vereda allí. Entonces la ley te dice que no podés consumir bebidas alcohólicas allí.










Aparte de que Alejandro Nissen nos brindó un montón de datos fundamentales sobre la querella que están llevando a cabo, me hizo pensar en muchas cosas, en especial en la parte humana de esta tragedia. Por ejemplo:

- Hoy en día las personas que han sobrevivido, y están con máscaras y guantes especiales, sufren mucho del calor que estamos teniendo. Hay que proveerles de ventiladores, y mejor, de acondicionadores de aire. Pero, además de que estos aparatos son costosos, aunque se les regale, el consumo de energía eléctrica es muy alto. ¿Quién le paga eso a la gente? Y ni hablar de los daños sicológicos de por vida que tantas personas tienen.
- Los constantes maltratos de los dueños del supermercado, en claros ejemplos: las multas por tomar tereré, las suspensiones por llegadas tardías, el descontar monetariamente los tres días de luto de los empleados.

Pero yo creo, por lo que veo a diario, que no sólo en Ycuá Bolaños se violaban las leyes laborales. Creo que en la mayoría de los supermercados se trabaja más de ocho horas al día y no se paga lo justo. Y en muchas otras empresas comerciales, donde, por ejemplo, no se firma contrato con los empleados ni se les descuenta I.P.S., a veces, si lo hacen, las empresas no depositan el dinero allí.

¿Y los negocios de los mercados de Asunción, de Ciudad del Este? Hay gente que cuenta que se paga 500 mil guaraníes a los empleados, por horas interminables de trabajo agotador. ¿Y qué medidas toma el Ministerio de Justicia y Trabajo? A la vista está que ninguna a favor de los derechos de los trabajadores...






















3. El peritaje

Según la página web www.desastres.org (donde, según se menciona allí, transcriben un artículo del diario Abc Color), el 1 de agosto, lo que sucedió, según los peritos especializados, fue lo siguiente:

Peritaje al Incendio Ycuá Bolaños
Diario ABC Color

Especialistas de Estados Unidos, Chile, Argentina y de nuestro país llegaron a la conclusión preliminar de que el siniestro del Ycuá Bolaños fue accidental. Una fatídica conjunción de factores se unieron para convertir el domingo 1 de agosto en un día trágico. Queda pendiente llevar a cabo revisiones matemáticas, pero existe coincidencia entre los expertos que el fenómeno fue un accidente.

Tras una maratónica sesión, que duró todo el día, especialistas en investigación de incendios llegaron a una conclusión preliminar en torno al siniestro que afectó al supermercado Ycuá Bolaños: fue accidental.

El devastador incendio, de características inusuales, fue resultado de una conjunción de factores que causó una violentísima reacción en cadena que arrasó en cuestión de minutos con los cinco mil metros cuadrados del salón de ventas del supermercado.

De acuerdo a la conclusión de los expertos, el incendio se desarrolló de la siguiente manera: Chimenea de la parrilla: Ubicada en el patio de comidas, donde se detectaron grasa, polvo y partículas derivadas de alimentos cocinados. La chimenea no era recta, sino que tenía un codo para evitar una viga que se encontraba en su camino. En lugar de cambiar de posición el equipo de cocción, optaron por lo más cómodo, que era hacer un codo. La presencia de elementos contaminantes en la chimenea, que rodeaban el codo, ocasionaba un aumento lento de la temperatura que se expandía alrededor.

Material aislante: El tinglado de zinc estaba recubierto con poliuretano, con la intención de contener el calor hacia el interior del local. El cielo raso, por su lado, era de placa de yeso con una aleación de fibra de vidrio.

Es producto es de alta calidad y se emplea para contener el calor. La presencia de fibra de vidrio permite una mayor resistencia al fuego.

Se descubrió que la parte superior (mirando al techo) estaba cubierta con una placa de isopor, que es un buen aislante, pero de alta combustión. Causó extrañeza esta mezcla porque resultaba evidente que no había intención de ahorrar dinero, de allí que hayan equipado el local con cielo raso de yeso.

Hasta resulta un contrasentido instalar un material inflamable con uno diseño para contener las llamas.
Generación de calor: La chimenea de la parrilla del patio de comida generaba lentamente el calor necesario para que el isopor comenzara su proceso de combustión. Es probable que este fenómeno se iniciara días anteriores, con un desgaste lento de las capas superficiales del isopor. Como agravante, el material de poliuretano cubría en toda su extensión el techo, inclusive los espacios existentes entre la pared y los soportes. Este material es altamente inflamable.

Absorción de oxígeno: El calor que se generaba entre el cielo raso y el techo de zinc desplazaba al oxígeno allí existente. Al quedar únicamente monóxido de carbono, el gas se desplazaba de un lugar a otro en busca de una fuente de oxígeno para volver a alimentarse.

Sector panadería: Aquí funciona una cámara de maduración de masa, donde también se guarda harina, levadura y otros polvos para hornear. Este accesorio cuenta con una falsa chimenea, que termina en el cielo raso sin llegar a una toma de aire. El gas recalentado se introdujo por este ducto y causó una violenta explosión, con una onda expansiva que llegó a desplazar una columna de hormigón de 50 centímetros de diámetro.

Harina, levadura y polvo: Estos productos son conductores de calor y pueden llegar al nivel de incandescencia. Haciendo una comparación, se puede señalar que estas partículas actúan como minúsculas metrallas, con una alta capacidad de conducción de calor y una acelerada capacidad de desplazamiento. Al salir de la cámara de maduración, el gas recalentado (monóxido de carbono) encontró oxígeno y pudo convertirse en llamas. Con una violencia impresionante atravesó el salón de un extremo a otro, arrasando con todo lo que encontró a su paso.

Explosión de humo: La onda expansiva tomó con celeridad el salón de ventas y encontró el oxígeno necesario para aumentar el tamaño de las llamas. Creció en el extremo opuesto, al llegar a la rampa que cumplió la función de embudo de oxígeno. Las llamas se transformaron en un gigantesco soplete que se desplazaba en forma circular hasta llegar a ocupar completamente el espacio existente a lo largo, ancho y alto de la rampa. Es probable que aquí se haya registrado la segunda explosión, que es el fenómeno conocido como "backdraft", o "explosión de humo". En el estacionamiento simplemente arrasó con todo lo que encontró a su paso.

Sin contar el proceso de combustión del isopor y la cobertura de poliuretano, que generó monóxido de carbono de alta temperatura, el proceso que vino desde la explosión de la cámara de maduración hasta la llamarada que cruzó el estacionamiento, el tiempo de desplazamiento del fuego fue rapidísimo y mantuvo una alta concentración de calor.

Si bien el "backdraft" es un proceso ampliamente conocido por los bomberos, los investigadores inicialmente se mostraron desconcertados por las características que asumió el fuego.

Una increíble conjunción de factores se unieron para esa mortal mañana de domingo. Si aquí agregamos que una de las salidas de emergencia estaba clausurada, que los guardias cerraron los portones, tenemos una explicación de lo que sucedió en el supermercado Ycuá Bolaños.

Un último detalle: la falta de mantenimiento y verificación de los accesorios que tenían al fuego como principal elemento. Chimeneas sucias, tubos con codos y falsas chimeneas, una conjunción fatídica.



No podía yo saber, a ciencia cierta, si todo lo que el diario Abc y la página web transcriben es en 100% cierto, por lo que me propuse investigar un poco más, para ello, recurrí a la Policía de Formosa.

El oficial inspector Benedicto Pérez, licenciado especialista en Sistemas de Protección contra Siniestros, me recibió en la Dirección de Cuerpos y Servicios Especiales (Policía de la provincia de Formosa). El mismo prefirió que no se grabe la entrevista, más bien, que yo tomara nota, además, hay algunos aspectos sobre los cuales él aún no puede hablar, porque ellos deben declarar en el juicio sobre el caso.

DATOS DE LA ENTREVISTA AL OFICIAL BENEDICTO PÉREZ, BOMBEROS DE FORMOSA, 20 DE ABRIL DE 2005, 20:00 HS.

El oficial comentó que los bomberos de la Policía de Formosa guardan estrecha relación con los bomberos de Paraguay. El mismo día de la tragedia, el 1 de agosto, se dispuso enviar el primer contingente a Asunción. Vinieron los peritos de la provincia, del área Criminalística, presididos por el comisario Nicolás Núñez. Identificaron a víctimas. Luego, al otro día, por la mañana llegaron los bomberos de la provincia de Formosa. Hicieron una primera evaluación, la primera hipótesis fue que se trató de un incendio, no de un atentado. El fuego es diferente cuando se trata de un incendio accidental o intencional, los daños son distintos, por ejemplo, en el caso de un atentado, la onda expansiva desplaza cosas. La pericia va de lo general a lo particular.

Se realizó una rueda de peritos, de países como Chile y España también, la fiscala Teresa Sosa – sobre la cual Pérez dijo que era una de las mejores que conoció – eligió a dos representantes de cada fuerza, y todos coincidían en las hipótesis. El oficial mencionó que existen vacíos en nuestro reglamento de prevención de incendios. En Formosa, explicó, está el Municipio y por otro lado los bomberos, la Municipalidad tiene sus requisitos para aprobar los planos de prevención de incendios. En el Ycuá Bolaños, ese día, había más de 1.000 personas. En el caso de Formosa, para una superficie de 8.000 metros cuadrados, según las ordenzazas, el coeficiente de ocupación es de 600 personas, máximo, cuando que lo que él vio en Paraguay es que es de 4.000 personas.

En cuanto a las salidas de emergencia, debería haber habido 12 metros de puertas de salidas de emergencia en total, y allí había dos puertas de 2 metros cada una.

Le pregunté si él sabía algo sobre las alarmas contra incendio que yo había oído hablar que estaban instaladas en el supermercado, él me contó que, consultando con personal del Ycuá Bolaños ellos le dijeron que días, incluso semanas antes las alarmas que estaban entre el techo y el cielorraso ya estaban sonando, pero que la gente no tenía capacitación para determinar por qué sonaban y qué había que hacer.

Y el 1 de agosto, la parrilla trabajó a full – mencionó que peritos de EE.UU. se llevaron partes de la chimenea, pero él no sabe si los resultados de los análisis ya están).

Entonces, si las salidas eran insuficientes, la disposición de las puertas (se abrían hacia adentro) estaba al revés, etc., todo se mezcló para que sucediera la tragedia de la forma como fue.

Una salida de emergencia comprende no sólo la puerta en sí, sino los pasillos, escaleras, etc., en fin, todo lo que lleve a la persona hasta dicha puerta, que se debe abrir hacia fuera, naturalmente.

Entonces, como decía, el hecho del Ycuá Bolaños fue una sumatoria de muchos elementos, incluso, había un material importado que no debió haberse quemado, era tóxico, sin embargo, se quemó (sería una falla de origen, de la empresa que lo vende), y para peor, según Pérez, si eso no se hubiera quemado, esta tragedia no hubiera sucedido, no pasaba nada.

El diseño de la chimenea estaba mal, además tenía falta de mantenimiento, el arquitecto desconocía este aspecto, según el entrevistado, y si algo de eso no va en contra de ninguna ordenanza, es “legal”.

En Formosa a partir del suceso Ycuá Bolaños modificaron muchos aspectos, sin embargo, luego en Buenos Aires sucedió lo de Cromañón, Pérez atribuye la mayoría de las muertes al aplastamiento, ya que había una suerte de psicosis por lo sucedido en Ycuá Bolaños.

En Formosa hace poco hubo un incendio de mayor magnitud que Ycuá Bolaños, pero lo que impacta en un incendio es el número de víctimas, y como en ese caso no hubo víctimas, no es grave como el del supermercado.

Consultado sobre si, técnicamente, el caso Ycuá Bolaños fue una gran explosión, o un incendio, é dijo que sí fue un incendio pues tuvo los tres elementos: lugar de origen, propagación y consecuencias.

Le pregunté, ¿por qué murió la gente?, él me explicó que la temperatura entre el cielorraso y el techo llegó a 600º C, y a la primera inhalación, la gente que estaba en el patio de comidas ya murió, pues esa temperatura quema las vías respiratorias al instante. El fuego que se produjo buscó oxígeno, fue quemando todo, y luego las personas también inhalaron el monóxido de carbono.

A modo de conclusión, mencionó varios aspectos importantes:

- No importa que tengamos el mejor sistema de prevención, si la gente no está educada sobre cómo actuar y cómo usarlo.
- Se debe seguir normas de diseño, no hay que construir y luego trata de adaptar la construcción a las normas, eso es casi imposible.
- El embajador argentino en Paraguay intentó que se implementen mejoras en nuestro país.
- Un sistema de protección contra incendios prevé tres cosas:
- 1) Las condiciones de construcción
- 2) Las condiciones de prevención (conexiones, etc. que no provoquen incendios)
- 3) Combate
- Las normas vienen de Estados Unidos y Europa, pero no todo se puede aplicar en nuestros países, porque allí hay diferente clima, etc., hay que adaptar las normas a cada lugar.

































4. La gente se agrupa

A partir de tamaña tragedia, la cantidad de familiares de las más de 400 personas fallecidas y otros tantos heridos, era lógico que se agrupen y formen asociaciones.

Quise buscar datos exactos, y una persona amiga me recomendó que busque el Informe de Derechos Humanos (así me dijo que se llama), del año 2004 elaborado por el Comité de Iglesias, situado en la calle Independencia Nacional. Según me dijo esta persona, allí hay un apartado especial sobre el caso Ycuá Bolaños, donde se especifican las organizaciones conformadas luego del suceso. Entonces quise ir hasta el Comité de Iglesias a solicitar dicho informe.

Efectivamente, me dirigí una vez y estaban de vacaciones. Fui por segunda vez, no tenían más ejemplares, dijo el recepcionista, y que se iban a reimprimir. Fui una tercera, por creer que si lo reimprimían quizás habría, pero no... fui una cuarta vez, en días muy posteriores. Hasta que fui por quinta (y última vez) a pedirlo, siempre explicando que era para este trabajo, para una recopilación de entrevistas sobre el caso de Ycuá Bolaños, etc... me enviaron al segundo piso, donde una señorita llamada Cintia me dijo nuevamente que no disponían del material. Realmente me cansé de ir tantas veces.

Por lo tanto sólo puedo citar algunas organizaciones existentes, para lo cual me ayudó la señora Berzabé, del Colectivo Ni Olvido Ni Perdón (a Berzabé la conoceremos mejor más adelante). Las organizaciones son:

1. Coordinadora de familiares de desaparecidos
2. Coordinadora de familiares y amigos
3. Coordinadora de familiares de Zeballos Cué
4. Asociación de víctimas y familiares de víctimas
5. Colectivo Ni Olvido Ni Perdón

Quizás falte alguna precisión en esta lista, quizás falte una organización. Pero es para tener una idea de que se conformaron varios grupos.

Además, sin duda el barrio donde estaba instalado el supermercado es muy particular, y los vecinos se conocen y son unidos.

“Trinidad tiene características diferentes a otras regiones de Asunción. Ya sea por su historia, porque en un primer momento no fue parte de Asunción, un pueblito cercano. Va desarrollando una cultura de pueblo, de valle, que no desarrollaron otros barrios de Asunción. Acá hay familias tradicionales, hay gente que se conoce, quizás no se conoce personalmente pero conoce a la familia, la historia de esa familia: médicos, farmacéuticos, arquitectos. Eso va haciendo que haya una cultura de pueblo que se no se ve mucho en nuestra ciudad capital, pero se sí se ve mucho en ciudades del interior ”.

Luego de la tragedia, el panorama fue desolador:

“El primer día esto era un caos, el domingo. Los días subsiguientes la gente estaba afuera. No estaba en protestas pero, por ejemplo, era muy común ir por una cuadra y vos encontrabas, en una cuadra, tres o cuatro velorios y la gente caminando, con cara de desconcierto, entrando de un velorio en otro ”.







































5. Consulta con el siquiatra

En mi proyecto tenía claro que necesitaba la opinión de un especialista de la sicología, de la siquiatría. Tanto para tener más idea de los aspectos sicológicos a tener en cuenta, como para tener una mejor base para encarar las entrevistas con las víctimas y familiares. Como suelo escuchar a Alejandro Maciel en Ñandutí, y últimamente él venía tratando de formar una comisión de padres que controlase los locales nocturnos a donde van los jóvenes, me pareció buena idea entrevistarle. Me esperaba puntual a las ocho de la mañana, sentado, distante quizás, algo serio. Era natural: jamás me había visto antes. Sin embargo, su gran amabilidad me conmovió. La investigación estaba tomando forma, y él contribuyó notablemente para ello.


ENTREVISTA AL MÉDICO SIQUIATRA ALEJANDRO MACIEL, MIÉRCOLES 12 DE ENERO DE 2005 – 08:00 HS.

Doctor, en este material deseo incluir historias de las víctimas, opiniones de especialistas y una conclusión con recomendaciones para que no vuelvan a suceder estas desgracias.
Voy a tratar de desarmar su último argumento. Esperar que el Estado nos proteja es una fantasía en Latinoamérica. El Estado no está para eso en Latinoamérica. Si nosotros queremos realmente que las cosas funcionen, esa visión positiva que usted me decía, o por lo menos dejar un mensaje optimista, dejar una salida optimista a este problema, es la ciudadanía la que se tiene que organizar. Y fiscalizar todos los sitios donde se concentra gente, que no solamente son los supermercados. Tenemos el caso de las discotecas, por eso yo propuse hacer una comisión de padres, hasta ahora nadie me llamó. Ya ves la solidaridad que existe en el Paraguay. Yo tengo amigas y amigos que son escribanos y les voy a obligar de todas maneras así que... por las buenas o las malas, y lo voy a hacer. Ya tengo más o menos pensado, pero no podemos ser más de cinco o seis personas, porque no puede ir una multitud a un lugar, ¿no es cierto?, pero ahí está el tema de la solidaridad, porque si realmente existiese... porque solidaridad es una preocupación basada en la eticidad para que el otro pueda llegar a conseguir sus propios fines, y realizarse como persona. Pero si me lo matan en el camino, el otro no se va a realizar como nada, si los chicos, inocentemente van y caen en esas trampas que se arman, probablemente el día de mañana estemos llorando aquí también, y yo ya estoy cansado de llorar. Esa es la realidad. Lo que hay que hacer ya es prevenir. Pero si vamos a hacer esa comisión, vamos a hacerlo con los boliches.

Pero quedan los supermercados, los estadios de fútbol, una serie de lugares que deben ser fiscalizados por la ciudadanía. Esto no quiere decir que la ciudadanía tenga poder para cerrar, ni nada, pero sí podemos ir, inspeccionar, y el lunes hacemos un informe periodístico y decir: “Miren, fuimos al estadio de Defensores del Chaco, y encontramos esto, esto, esto, esto, que los tubos de extintores estaban todos vencidos, que hay uno por cada diez metros cuando tendría que haber uno por cada dos metros, que los asientos no tienen separación entre ellos, entonces si se produce una avalancha no hay forma de ...”.

Es decir que iríamos con una persona que sea perita de este tema de accidentes y sacar el informe. Ahí, a partir de ahí ya toda la gente está al tanto. Si quieren ir a morir, bueno, por lo menos que sea con un consentimiento informado, como decimos nosotros. Pero no ir a una trampa, porque de otra manera yo estoy entrando en una trampa, yo no sé qué me espera en ese sitio, ¿me entiende? En cambio, si por lo menos ya tengo un informe, ya ... y de una comisión que es insospechable, porque si cinco, seis, siete padres nos reunimos para perder toda una noche de sábado de nuestras vidas, no nos vamos a ir para dejarnos sobornar por veinte mil guaraníes, ya no estamos en eso, sería una tontería y una payasada.

Como lo hacen algunos policías...
Como lo hacen naturalmente la gente que está en la administración pública , porque ganan muy bajos sueldos, se les obliga, se les da un arma, y cándidamente nosotros pretendemos que nos protejan, pero ¿por qué nos van a proteger si nosotros somos los primeros que no los protegemos a ellos? Si a un policía que está exponiendo todos los días su vida yo le pago novecientos mil guaraníes de sueldo, que es una miseria, que no le alcanza para mantener a su familia, pero por supuesto que va a entrar en todas las cometas que le ofrezcan, es una cosa natural, sería esperar tener santos, la idea de que ese policía va a decir “No, señor”, es ridículo, me entiende.. por eso yo no puedo exigir más de lo que doy, está bien que la policía fiscalice pero también vamos a fiscalizar los ciudadanos. Ahí tenemos una doble fuente para juntar datos.

Como sociedad, ¿qué sucedió, para usted, el 1 de agosto?
Acá lo que se vio es una fuerte conmoción sobre un accidente de dimensiones monstruosas y por el impacto mediático que tuvo todo esto – porque veíamos la gente muerta en los diarios, en los canales, las radios describían – en fin, teníamos una avalancha de información y yo no sé si una sociedad puede procesar tan rápidamente tanta crueldad. Porque hasta el tsunami, en el que murieron casi, no sé, como cinco o diez veces más de personas, en cuanto a la cantidad de muertos, se comprende porque es un fenómeno, entre comillas, “natural”, impredecible, etc. No se ve maldad de nadie allí. Pero acá lo que veíamos es el tema de que esto no era lo mismo, se inició como un accidente pero las consecuencias de tanta mortandad no fueron accidentales, sino que fueron intencionales, el tema de cerrar puertas, el tema de la seguridad que no existía, el tema de los controles, que evidentemente tampoco existían, por parte del Estado. Es decir, descubrimos ese día que podemos entrar en una trampa, morir, y nadie se hace cargo de esa situación. Eso es lo que descubrimos, aterrorizados. Por supuesto eso genera, por un proceso de identificación, se da solidaridad, que existió en un primer momento. Pero, como una reacción refleja, casi impensada de le gante, que dura muy poco, desgraciadamente, eso dura tres, cuatro, cinco, seis días, y después la gente dice: “Acá no pasó nada”, entra otro factor que se llama negación, y cada uno a sus vidas, y “allá las víctimas” con sus problemas.

Sabemos que hasta el día de la fecha hay gente que por ejemplo, ha quedado con grandes quemaduras, eso lleva muchísimo gasto, ni el Estado, ni las instituciones intermedias, ni la gente que estaba con el tema del apoyo solidario pudieron responder ya a esas demandas porque un quemado es más caro que un paciente oncológico, en cuanto al mantenimiento y el sostenimiento del tratamiento, lo digo como médico. Sé bien que es un tratamiento muy costoso el del quemado, sobre todo el del gran quemado, y ahí vemos que ya la solidaridad se terminó.

Hay mucha gente que hay que destacar que hizo lo imposible y que ha hecho mucho, pero no es suficiente, porque esto no tendría que haber ocurrido, en realidad. No podemos tener de repente 200 quemados en tratamiento. No va a haber seguro social, no va a haber nadie que aguante esta cantidad, esta desmesura. Buenos Aires no ha podido con 200, y mire que Buenos Aires tiene, en cuanto a recursos en salud pública, veinte veces lo que tenemos nosotros. Y cómo vamos a poder nosotros con el doble de víctimas, ¿me comprende?

Eso por una parte. Por otra parte, evidentemente, el estado de inconsciencia en el que vivimos en Latinoamérica es temible, porque usted dirá: Bueno, la sociedad, con el tiempo va a tener una respuesta mucho más enérgica a esta situación tan irregular. Y usted habrá visto que estamos a seis meses del suceso y ya prácticamente... yo escucho una vez a la semana hablar del tema. Cuando antes no había otro tema, en esa primera semana, la primera semana del siniestro. Ahora, una vez a la semana alguien hablará, o porque alguien me cuenta algún caso, es decir, ya se apagó en la opinión pública, ahora de nuevo este tema de las discotecas vino a reavivar todo esto, pero actuamos así, mueren 20, 50, 200 personas y ahí nos acordamos que existen los accidentes.

También debo decir que, para nuestro descargo, la presión económica, la presión laboral, es decir, las presiones bajo las que vivimos no nos permiten más que dedicarnos a lo inmediato. No podemos pensar a mucho futuro ni pensar demasiado en el pasado, porque tenemos que vivir el día a día, porque si no, nos morimos de hambre en Latinoamérica. Los sueldos son mínimos, y el esfuerzo es máximo, el que hay que realizar; cada vez se trabaja más para ganar menos, y esto hace que la gente se “animalice” más, por decirlo así, y viva en forma refleja, es decir, respondiendo como lo haría mi gato, a los impactos del momento, y después ya se olvidó el gato, dentro de tres días ya no se acuerda más que como reflejo condicionado. Pero no es que se acuerde y diga, “bueno, voy a prevenir la próxima vez que no me suceda esto”. Eso es lo que nos está pasando, nos estamos animalizando en Latinoamérica. Por factores que pueden ser comprensibles, pero que de todas maneras, no explican todo.

Creo que la base de todo es la educación. Los pueblos que tienen muchísimos años de educación tienen otra forma de encarar los problemas y son mucho más enérgicos a la hora de hacer valer sus derechos. Nosotros acá no hacemos valer nuestros derechos, y tampoco reconocemos el derecho del otro.

A veces le queremos culpar al otro de lo que le pasó.
Sí, la revictimización. Que es lo mismo que sucede con la violencia doméstica. Decimos a la mujer que se le pega y no denuncia al marido, “es porque le ha de gusta”r. Como si hubiera una persona sobre esta tierra a la que le guste que se le castigue y se le maltrate. No existe eso. No comprendemos cuál es la base del problema. El problema es que desde chiquitos les estamos enseñando a las nenitas a ser sumisas y obedientes, y a los nenes a ser agresivos y atacadores. Entonces de grandes, siguen repitiendo el mismo esquema, porque creen que es algo natural y eso no es natural, es algo que impusimos, sin darnos cuenta.

¿Qué sucede sicológicamente con una persona que tiene varias quemaduras por todo el cuerpo? En cuanto a los complejos...
Imagínese que una pequeña herida, a veces, en la cara, que nos deja una marca, nos hace cambiar y nos hace pensar en una serie de cuestiones. Hay gente a la que le puede acomplejar, hay gente a la que no porque tiene otro esquema de personalidad. Pero de todas maneras, siempre hay un antes y un después de un accidente físico que ha dejado marcas. Eso descuéntelo, por supuesto que sí, sobre todo la quemadura porque deja marcas desagradables, es decir, estéticamente son ... es decir, las tendemos a rechazar, a mirar para otro lado, a hacer algún gesto, y la gente que ha sufrido eso está muy sensible a eso, un desvío de mirada le puede llegar a herir, por qué, porque están esperando eso, porque ellos mismos, al verse en el espejo, ven que todo ha cambiado. Por supuesto que es un trauma grandísimo, para la persona y para la familia.

¿Le puede cambiar la personalidad?
La personalidad no cambia, justamente se caracteriza por ser estable. Lo que pueden cambiar son rasgos de comportamiento, rasgos de conducta, ese tipo de cosas sí pueden cambiar.

Una persona que, sea cual sea el grado de quemaduras o heridas que haya tenido, o sin heridas, pero que vivió la tragedia, veinte minutos por ejemplo. Me comentaban que hay gente que terminó en el hospital Neurosiquiátrico luego de ver todo eso.
O con el suicidio. Sí, por supuesto. No es natural ni normal ver una situación así, y no todos estamos preparados para eso. Y mucha gente, con muy buena voluntad y con encomiable solidaridad, porque hay que agradecerle aunque después termine con malas consecuencias, pero el gesto que ha tenido de primera instancia, de decir, “voy a ayudar” en vez de decir “no, qué me importa si no es problema mío” y siga de largo, es un gesto magnífico que demuestra una grandeza de espíritu y una serie de consideraciones que tiene que ver con la ética y la moral de un pueblo. Todo eso es altamente elogiable, pero, muchas veces pagamos un precio muy alto por eso. Porque si la persona no está preparada para ver lo que va a ver, probablemente también le traiga consecuencias en el ámbito de lo anímico, de lo síquico, que después sean muy difíciles de resolver.

¿Ellos recuerdan las imágenes, qué les sucede?
Sí, lo que viene normalmente es lo que se llama neurosis por estrés pos traumático, a las personas que han vivido, o han asistido, o han visto, o de alguna u otra manera han tenido participación activa en el hecho, y es que los primeros días están con mucho nerviosismo, con signos de depresión – es decir, tristeza -, muchísima ansiedad, inquietud, sensación de que va a ocurrir una desgracia inminente, insomnio, o sea dificultad para dormir. Y cuando se duermen, vuelven a soñar las escenas terroríficas que han vivido, y esto generalmente los despierta de nuevo, eso va a llevar como consecuencia fatiga durante el día. Es decir, una serie de consecuencias que acarrea este problema.

¿Hay medicamentos que les hagan dormir?
Sí, hay medicación, para ayudar en esto. Ahora, no hay ningún medicamento que les haga olvidar. Eso sí. Tienen que procesar, y recibir ayuda sicológica, ayuda siquiátrica si hace falta – si hay demasiados síntomas – para resolver la cuestión. Y tampoco en salud pública, en el ámbito de la de salud mental, tenemos demasiados recursos acá, es más, casi no hay. Porque el hospital Neurosiquiátrico ya está cerrando los consultorios externos, no me pregunte por qué ni dónde se irá a atender después esa gente, pero las políticas son erráticas, no se sabe muy bien para qué, es decir no hay una verdadera política de salud mental en nuestro país.

Aparte de todo.
Aparte de todos los problemas que tenemos, no tenemos una buena política de salud mental.

Leí que un bombero que estuvo en el lugar del hecho no pudo hablar por un tiempo. No sé cuántas horas o días después del hecho. ¿Por qué?
Y bueno, esa es una de las consecuencia que le dije. El bloqueo para la expresión, porque todavía le mente está tratando de poner en su lugar cada cosa de lo que ha visto, y recomponer el mundo. Porque hasta ese día ese señor creía que el mundo era una cosa. A partir de ese momento, vio que el mundo es otra cosa. Y la sociedad en la que está viviendo es altamente peligrosa, pero él no lo sabía, ese día lo comprobó. Que él puede ir inocentemente con su familia a un supermercado y terminar al spiedo. Todo eso comprendió ese señor ese día. Y obviamente está procesando todo eso.

Podría quedarse sin movimientos, o inmóvil, con la mirada fija, llorar, varias reacciones pueden haber.

Una persona que perdió padre o madre, hijo o hija, nieto o nieta, etc...depende mucho de la relación que haya tenido con esa(s) persona(s), pero ¿hay diferencias entre perder al esposo, que es una persona a la que yo elegí, para formar una familia, etc., o un padre medio ancianito, etc?...de hecho, la forma de morir ya es traumática, pero ¿hay alguna diferencia entre el grado de parentesco?, porque dicen que el dolor más grande se da en la pérdida del hijo.
Yo no le puedo decir porque no he tenido una experiencia personal, no se me ha muerto ningún hijo, afortunadamente, pero sí, por supuesto. La muerte natural es más aceptada siempre que la muerte traumática accidental que no obedece a causas naturales. Pero si a esto se le suma que hubo *algo que se está detectando como que hay un factor humano que intervino en esto. No ha sido siquiera un accidente, sino que hay dolo de por medio, el duelo es muchísimo más complicado, porque al dolor se le une la agresividad de uno. El factor de bronca, de rabia, hace que.. es como si tuviésemos una herida, y cuando se está por cicatrizar viene alguien y nos la abre de nuevo. Entonces vuelve otra vez el proceso a iniciarse y por qué, porque los medios renuevan la información, y esa información vuelve otra vez a abrir ese dolor: una nueva información que venga porque se inició la causa, porque quedó detenido, porque salió de la cárcel porque estaba enfermo (el que creemos que es responsable, aunque acá hay una cadena de irresponsabilidades, es ilógico atribuir a una sola persona todo esto), aunque por supuesto, dentro de esa cadena, hay grados de responsabilidad de uno mayor que otros.

Acá podemos hablar de diferencias por la forma de muerte, no tanto entonces por el grado de parentesco.
Pero también el grado de parentesco influye, por supuesto, el grado de relación que tenía esa persona, si era más o menos amistoso, más o menos cercano. Porque pueden ser hermanos pero no se ven nunca, o pueden ser hermanos que viven pegados, va a ser absolutamente distinta la reacción de la persona ante la muerte de un familiar o allegado con el que compartía muchísimos afectos, que con otro que no, no importa mucho el lazo sino la forma en que se relacionaban, porque los lazos biológicos son, si se quiere, fortuitos, yo no soy el culpable de ser hijo de Fulana y Mengano. Puede que no tenga una muy buena relación con mi madre y sí la tenga con mi hermano, y justo fue mi hermano el que murió, obviamente me va a afectar más que si hubiese sido una tía, una prima u otro hermano con el que no me llevaba tan bien.

Hay gente que dice “Dios quiso llevarle ya a mi esposa, a mis hijos”.
Yo no comprendería a ese Dios.

De por sí el concepto de Dios que tengan como que divide las opiniones de la gente, hay gente que atribuye el hecho a que “Dios quiso”.
Yo prefiero no entrar en las cuestiones teológicas, porque sino estaríamos millones de años. Pero la gente, para tratar de buscar un consuelo (dentro de una situación que no tiene un control para ese consuelo) muchas veces dice esta frase pero yo no sé tampoco si ellos están realmente convencidos, a lo mejor dicen para cerrar la situación y quedarse tranquilos por ese momento.

En el fondo quizás creen que no es así.
En el fondo, no sé, me resultaría curioso pensar Dios me sacó a la esposa, al hijo, y tiene algún justificativo, cuando sabemos que en esto intervino un factor humano demasiado claro. Ahora, si usted me dice lo del tsunami, bueno, ahí entramos a discutir otro terreno porque eso era algo absolutamente imprevisible, incontrolable también, porque ¿cómo controla usted una situación así?

¿El perder varios familiares de una vez puede llevar al suicidio? O quizás, a veces a una persona le queda uno o dos hijos y los demás murieron, y esa persona dice: “Bueno, voy a vivir por ése hijo que me queda”.
Es lo mismo, es otra vez buscar una explicación racional a una situación que no es racional. Pero la persona busca un consuelo, una especie de tabla de salvación última a la que pueda aferrarse, y ojalá esos dos hijos le sirvan para seguir viviendo, y con energía, y con ánimo, y no se entregue a la tragedia, porque lo peor que puede suceder aquí es que una persona se entregue y se deje llevar por el factor de la tragedia y crea que desde ese momento ya no tiene ninguna esperanza, porque entonces estamos clausurando todas las salidas. Estamos entrando en otro Ycuá Bolaños.

¿Puede empezar una forma “sutil” de suicidio, como empezar a fumar, a beber? En este momento seguramente hay gente (familiares de fallecidos) que está haciendo eso.
Sí, empiezan a beber, o a beber y salir a manejar, esa es la forma más conocida que yo tengo de suicidio inconsciente aquí en Paraguay. La gente que los viernes por la noche cree que es obligación tomar hasta tres, cuatro, cinco botellas de cerveza y después salir a dar vueltas por la ciudad, y eso implica riesgos, no solamente para la persona sino para terceros. Porque la pobre viejita que está cruzando la avenida en ese momento no tiene nada que ver con su problema personal. Entonces, tendría que tratar de buscar otra solución porque esa no funciona.

Hubo un caso de una tía de una fallecida, que se suicidó quemándose también. Se prendió fuego en dos oportunidades, en la segunda murió.
Ese es un proceso de identificación, porque quiere tener la misma muerte que tuvo la persona querida. Que era también lo que sucedía en el cristianismo primitivo, que todos querían morir crucificados. Por qué, porque la persona a la cual extrañaban, que era Cristo, había muerto de esa manera. Es inconsciente, o sea, no es una cosa que se haga conscientemente.

¿Hasta el momento en que uno se rocía con algo y se prende fuego, es inconsciente?
El móvil es inconsciente. O sea, él sabe que se va a incendiar, pero no sabe por qué.

Pero si esa persona intentó una vez, y se quemó un poco, y uno le dice: “No, no ves que vos querés hacer eso porque tu sobrina murió así”, igual, ¿no se logra nada?
No, no, porque racionalizan. Ese no es el modo de abordar algo inconsciente. No es tratar de convencerle racionalmente. Si justamente el factor es irracional. No entra por allí la solución.

¿Pero, hubiera habido una solución para esa señora?
Sí, sí, obviamente. Si hubiese querido hacer un buen tratamiento, y a fondo, probablemente... pero no se puede garantizar tampoco que eso hubiera dado una solución, porque cuando una persona tiene la autodeterminación de eliminarse, a veces es muy difícil tratar de disuadirla.

Pasando a otro tema, el de los guardias. No los voy a defender, pero imaginando la situación: un guardia gana 800, 900 mil guaraníes al mes. Está horas parado. Si el dueño te dice “Cerrá”, y el guardia tiene miedo a perder su trabajo, y si no sabe de la magnitud del incendio en un primer momento...
Y entonces, ¿por qué después no abrió? Si hubiese abierto después yo indultaba a ese guardia. Pero el tema es que tampoco después abrió, cuando vio la dimensión. Entonces, eso es la famosa discusión por el tema de obediencia debida, con la que se le indultó a todos los militares argentinos. Yo no estoy de acuerdo con eso. Que yo deba cumplir una orden que me parece siniestra, por más que me la dé no el dueño del supermercado, ¡por más que me la dé Dios!, si veo que esa orden va a traer consecuencias siniestras para un montón de gente no la voy a cumplir. Los militares argentinos, crápulas, se refugiaron detrás del mismo argumento. Ellos decían “no queríamos matar a nadie pero nos ordenaba el general Fulano... y no podíamos desobedecer”. Eso es una cobardía y al mismo tiempo una canallada.

Se puede decir que hoy en día a muchas personas, por el bajo nivel de educación que se les da, los escasos recursos, la pobreza, están como infantilizadas, no crecen como adultos y está acostumbradas a recibir órdenes y en especial os guardias, que hoy tenemos muchos, como me decía el abogado Nissen, que no se les prepara casi. El único requisito es tener cierta edad y determinada estatura. Ya de por sí el que haya muchos guardias es por la situación social y problemática del país.
Ese factor manada que usted me está diciendo existe. No son entes autónomos, no son personas, sino que son como títeres o máquinas que maneja a voluntad una persona porque tiene dinero – porque me parece que el dueño del supermercado tampoco era el hijo de Einstein, parece bastante burro, por lo menos el hijo, el muchacho gordo ése que aparecía en la T.V. –parece un orate. ¿Cómo es posible que me dé órdenes una persona que yo veo que es un débil mental?

Solamente el poder económico es lo que le dominó, el uno al otro.
Probablemente sí, eso ha hecho que se haya entrado en ese juego, la dominación económica, que, claro, es un factor fuerte, el trabajo de ese señor.

Hablando de esto, y sin querer salirnos del tema, ¿cómo es una persona que está tan explotada, laboralmente? Ejemplo, como dicen las personas que trabajaban en Ycuá Bolaños, trece horas por día. La persona ¿inconscientemente busca dañar en algo a la empresa, por ejemplo, romper algo? Pues siente rabia.
Ya durante la Revolución Industrial, usted sabrá que Dickens ya describió las condiciones en las que empezaron a trabajar los obreros, y nosotros estamos con este famoso liberalismo, y la globalización y todos esos espejitos para incautos que nos quieren vender, estamos exactamente en la misma situación que cuando empezó la Revolución Industrial hace dos siglos. O sea, con una explotación mucho más allá del límite de lo que una persona puede soportar, usted me ha dicho, trece horas de trabajo.

¿Qué le queda para vivir a esa persona, si ocho de esas horas tiene que dormir? ¿Le quedarán cuatro horas al día para vivir? Pero entre que va y viene del trabajo, ya se le van esas cuatro horas, y se baña, y etcétera, etcétera. O sea que en realidad esa persona no está viviendo, lo único que hace es trabajar como un burro todo el santo día, y realizarse como persona le es absolutamente imposible, porque no tiene tiempo material para dedicarse a sí mismo, para disfrutar de nada, obviamente que trae una serie de consecuencias, una de ellas es la automatización de la que hablábamos, que puede ser mecanismo de boicot inconsciente, como usted me está diciendo, también, todo eso se puede ver. Y genera obviamente mucho rencor, por la injusticia que está viviendo, porque eso se vive. Y muchas veces esto se ve más paliado cuando la empresa humana que se inició por lo menos tiene algún significado más trascendental, qué sé yo, construir por ejemplo un barrio de viviendas, eso tiene otra significación. Pero esto, que es una cosa puramente comercial, y que sabemos que va a beneficiar solamente a los propietarios, a los dueños, es mucho más compleja la relación. Y fíjese que casi todas las que murieron, de empleadas, eran las cajeras, entiendo, porque el fuego rasante creo que pasó por allí.

Acá se primó lo monetario, eso está a la vista, se priorizó el factor económico, la rentabilidad y todas esas cuestiones que nos venden, bueno, ahora hasta hay ciencias que se encargan de eso, Marketing y todas esas palabras estrafalarias que vinimos a aprender, la rentabilidad, etc.

Volviendo un poco al tema de la muerte. El ser humano de por sí es complejo en cuanto a la muerte, porque sabe que va a morir, y mucho se ha discutido ya sobre eso.
Sí, estamos hablando de la muerte natural. Pero esto no es una muerte natural. Porque se han producido daños, inclusive hay gente que no murió, y que se quedó pagando las consecuencias de todo esto. Y esto cambia mucho toda la situación. No es una muerte que sea fácilmente aceptada. Es una muerte que, como ya le dije, genera mucha rebelión, muchas ganas de que se esclarezca. La gente tiene apetito por saber bien cómo sucedió, por qué sucedió, quién no cumplió con sus obligaciones.

Una persona (familiar de víctima) ha dicho: “Si a mí me pagan diez millones de dólares, voy a utilizar cinco para matar a los culpables, y los otros cinco para rajarme de acá”. Eso refleja, en una frase, la rabia que muchos no se animan a expresar tan abiertamente.
Claro. Que necesitan justicia, y necesitan huir del sitio donde están viviendo porque no es seguro. Ahí explica bien las dos cosas, ¿no?

Uno quiere matar al que mató al familiar.
Desde los primeros tiempos, la justicia se pensaba... usted conoce la ley del Talión, infringir la misma pena que causó el delincuente. Ahora, largos, 20, 40 siglos de civilización nos enseñaron que eso no lleva a nada, y eso sería materia para otro debate, pero por lo pronto acá no existe pena de muerte, así que saquémonos de la cabeza. Sí podemos pedir que se aplique la máxima pena, que yo creo que siempre es mucho más dolorosa, porque la pena de muerte, en un instante, terminó y se terminó; en cambio lo otro son 20, 30, 40 años de cárcel, a nadie le va a gustar que pasen los días, y pasen los días, y uno ve que está envejeciendo y que se va a morir. Porque el señor mayor ese, si es que se le da 20, 30 años, no creo que sobreviva a eso.

¿Qué rol cumple el barrio, la iglesia, la familia en todo eso, los vínculos?
Es importante siempre que los casos se resuelvan dentro de lo posible en el ámbito en el que sucedió. Por eso fue muy importante los lazos de solidaridad que se dieron los mismos afectados, los familiares de las víctimas, porque pueden compartir un idéntico dolor. Ahora, si esta persona va a un sicólogo, va a recibir entre comillas lo que le diga, porque sabe bien que ese sicólogo o esa sicóloga probablemente no hayan vivido eso. Pero están tratando de ayudar, pero, siempre hay un escepticismo en el fondo de decir “Él está diciendo, qué va a saber, si él no vivió”. En cambio, la persona que sí vivió eso genera una corriente de identificación muy importante, y todo eso ayuda, como un factor más – no estoy diciendo que eso elimina el tratamiento sicológico, que siempre es necesario – pero de todas maneras ese lazo que tiene que ver con la comunidad, con el barrio, con los familiares, con el entorno inmediato, todo esto ayuda muchísimo y ojalá se hayan formado grupos que sigan siendo homogéneos y que continúen con ese trabajo, que a lo mejor lo hacen sin querer, pero es altamente efectivo.

Cuando se hace un tratamiento sicológico, a grandes rasgos, ¿a qué se apunta?
Se busca, en primer lugar, fortalecer lo que nosotros llamamos las “defensas del yo”, o sea, fortalecer todos aquellos mecanismos y funciones que hacen que una persona pueda reinstalar sus conexiones con la vida, es decir, volver a trabajar, volver a encontrar con entusiasmo obligaciones, volver a encontrarse a sí mismo, con sus responsabilidades, que se identifique con un futuro, que vea a corto y largo plazo qué es lo que quiere ser, a dónde quiere llegar. A reencausar otra vez esa vida que él venía llevando en una dirección y de repente las cosas le obligaron a torcer abruptamente, y después quedó como desorientado. Lo que queremos es volver a reorientar todas esas fuerzas para que prosiga el camino, pero no olvidando – porque eso es imposible – es decir, llevando sí a cuestas esta situación familiar, que es muy dolorosa de por sí, pero que eso no lo deje detenido en el mismo sitio de víctima, porque lo que no queremos es multiplicar las víctimas.

El proceso de agruparse, de manifestarse, la fuerza ¿la quitan del dolor? Y ¿está bien que encausen la poca energía que les queda hacia eso?
Pero si ese dolor, fuera el que fuere el factor del que procede la fuerza, está reencausado, si los fines que busca son buenos, (no la venganza o hacer una patota para ir a matar a Fulano, eso sería deleznable porque estaríamos recurriendo al mecanismo que causó la tragedia, ¿para qué vamos a causar otra?), entonces en ese caso, de donde vengan esas fuerzas, bienvenidas sean, porque están produciendo un beneficio.

Ojalá que se dediquen a la protección social, a formar parte esas comisiones que nosotros estamos pidiendo , por ejemplo, esa sería una muy buena manera, por qué, porque de esa manera lo que estamos haciendo es evitar que el día de mañana volvamos a tener otro accidente. Y eso es altamente importante para una sociedad, porque le ayuda a madurar.

Nuestra sociedad no está madura.
No, no está madura, para nada.

Eso obedece a muchas causas...
Es que el factor educación, vuelvo a decirlo, está aquí presente. La educación es un problema clave aquí en Paraguay. Eso no lo digo solamente yo, está a la vista.

La profilaxis es lo más importante. Esto quiere decir, tratar de prevenir en el futuro nuevamente este tipo de siniestros. Fíjese que yo me libré de ver lo de Ycuá Bolaños, y de lo que me libré acá fui a verlo finalmente en Buenos Aires, porque aquello sí lo vi, estaba a seis cuadras de mi casa el boliche, yo venía de cenar con unos amigos cuando vimos todo, y como tengo también alma periodística y soy muy curioso dije, “Vamos a parar a ver qué pasa”, ¡para qué paré!. No hubo necesidad que ayudase porque allí el servicio de SAME estaba muy bien organizado, y siempre es preferible que ayude la persona que tiene conocimiento, que sabe, qué me voy a ir a meter yo dentro de un incendio si no sé manejarme dentro del fuego, sería necio porque a lo mejor, en vez de haber 200 víctimas iban a haber 201. Pero traté de ayudar en lo que pude, ya fuera del lugar, y que era un gran caos, le estoy hablando de tratar de llevar una camilla, ese tipo de cuestiones prácticas e inmediatas, de que tuvieran cuidado cuando alzaban a la gente, que no le torciesen la cabeza porque es un traumatizado.

Vi todo esto, y no quiero que vuelva a suceder. En ninguna parte del mundo. Yo por ahora estoy viviendo acá, voy a tratar de evitarlo acá.



El doctor toca un montón de puntos importantes, pero yo he extraído algunos que me parecieron fundamentales, o llamativos... Por ejemplo:

- La base de todo es la educación.
- Hay medicamentos que ayudan a dormir, pero no hay medicamento que haga olvidar.
- Algunos espejitos para incautos que nos quieren vender: liberalismo, globalización, palabras estrafalarias como “marketing”.
- Esperar que el Estado nos proteja en Latinoamérica es una fantasía.
- ¿Por qué los policías nos van a proteger, si nosotros somos los primeros que no los protegemos?
- Beber y luego salir a manejar: la forma más conocida de suicidio inconsciente que él conoce, en Paraguay.
- La profilaxis es lo más importante.

















6. El dolor de los familiares y el martirio de los sobrevivientes: sentimientos reflejados en dos casos.

El día en que visité al doctor Nissen conocí a Digna Cáceres. Joven, una persona con mucha fuerza. Quedamos en charlar al día siguiente. Mi ignorancia es tremenda: en vez de ir al Ministerio de Salud, fui enfrente, al IPS. Como es de esperar, el desorden, la miseria, el caos reinaba en aquel edificio. ¿Y el Estado? ¿Y las autoridades? ¿Y el respeto por los ciudadanos dónde están?

Salí a la calle para cruzar e ingresar al Ministerio de Salud. Allí, los ómnibus lanzaban veneno a través del caño de escape, sin embargo, no sé dónde estaban los 6.000 funcionarios municipales. ¿Dónde están, que no cobran multas a los que nos inundan de veneno y a futuro serán culpables de nuestro cáncer de pulmón? Y más adelante, otras preguntas acerca de las responsabilidades de la Municipalidad se sumarían al archivo de mi cabeza.

“¿...Dónde estuvo Enriquito? ¿Por qué no fiscalizó? Un detector de humo, esto se solucionaba. ¿Sonó alguna alarma, señora? ¿Usted escuchó? ¿No? Si sonaba la alarma, probablemente, no sé, cuántas personas se habrían salvado...

Me acerqué a Digna. Nos fuimos hacia un lugar tranquilo, y ella empezó a contar su historia. A veces me hablaba en presente, como si nada hubiera pasado, como si el supermercado estuviera aún intacto, como si fuera seguro...

DIGNA FELICIA CÁCERES – BIOQUÍMICA, ESPECIALISTA EN CONTROL DE INFECCIONES HOSPITALARIAS. SOBREVIVIENTE DE LA TRAGEDIA.

Digna relata:

Viví durante diez años en San Pablo, me fui a estudiar Química farmacéutica, soy química, especialista en infecciones hospitalarias, tengo varias especialidades, hice mis postgrado también allá. Después vine acá para ejercer mi profesión acá en Asunción, porque yo soy de la frontera de Matto Grosso del Sur, hacia Amambay. Y allá como no hay campo de trabajo, tuve que venir acá a Asunción para ejercer mi profesión. Hace siete años trabajo en el Ministerio de Salud. Es el único lugar donde conseguí trabajo, de donde me llamaron, tampoco ven el currículo de los profesionales acá, no se lleva en cuenta.

Estuve viviendo antes en la Avenida Choferes del Chaco, de ahí me mudé en el Barrio Trinidad, porque es un barrio muy tranquilo, estoy viviendo sola desde que vine de Brasil, mis familiares están en el interior.




Y bueno, yo me suelo ir en ese supermercado a hacer compras, me queda a seis cuadras. Entonces el único supermercado que quedaba más cerca, y era un supermercado donde se encontraba todo. Y por eso lo que me iba a ir, y a la vez curioseaba muchísimo.

¿Cómo fue ese día, el 1 de agosto?
Ese día yo dormí hasta las diez de la mañana, era domingo, y mi vecina se fue y me despertó para ir a comprar la carne, porque íbamos a hacer comida juntas. Y me desperté a las diez y media por ahí, y me fui al súper. Cuando vine en la caja me tocó la tragedia, fue instantáneo, muy rápido fue, lo que yo he visto, parecía un ruido de lluvia primeramente. Después, cuando miré hacia arriba, venía del patio de comidas parecía una electricidad, un corto circuito, algo así.

¿Te asustaste?
No. Cuando se cayó una parte del techo cerca de nosotros, ahí sí empezamos a correr. Yo empecé a correr hacia el estacionamiento, donde estaba estacionado mi auto. Pero no llegué a salir, me quedé en el pasillo, cerca de una puerta de blindex hacia adentro.

¿Estaba cerrada?
Esa no estaba cerrada porque es la parte interna del supermercado. Yo me trabé ahí en donde se baja la escalera para el estacionamiento, porque se cayó el escombro y nos tapó todo. Está la escalera y después la rampa, ahí la gente corría y volvían todos porque el portó que queda hacia Avenida Artigas estaba cerrado, por donde yo entré. Por ahí yo iba a salir sin coche, iba a salir corriendo pero felizmente que me quedé ahí en el pasillo, porque no iba luego a poder salir.

Y ahí donde la gente murió muchísimo también, se quemaron.

¿Por dónde pudiste salir?
No salí. Al final, cuando se abrió el boquete ahí recién salí. En el comienzo yo veía, estaba oscuro, como una tormenta, gente gritando para abrir el portón, gritaban todos, pero el portón estaba cerrado y después yo ya perdí el conocimiento, porque la gente se cayó todo encima mío.

¿Sentiste mucho el humo?
Yo tragué muchísimo, estoy hablando ronca porque hasta ahora estoy así, con ese problema, me quedé con esa secuela, y estoy echando todavía la suciedad.

¿Qué viste allí?
Lo que he visto... que la gente lloraba y gritaba, y el humo, el humo caliente, parecía una tormenta y volaba toda esa suciedad, entraba todo por mi ojo, por mi nariz, por mi boca, ya no aguantaba más. Yo tapé en el comienzo, pero después no daba para aguantar. Y cuando sacaba mi mano, allí tragaba diez kilos de hollín, digamos.



Vos que sos química, tenías quizás más conocimientos, ¿te sirvió para, por ejemplo, agacharte, en fin, saber cómo protegerte más?
No pensás. No hay tiempo para pensar. Vos te quedás totalmente sin defensas, no pensás. Yo la única cosa que quería, salir, pero no pude, la gente cayó todo encima mío, y ellos no pudieron salir, por eso se cayeron todos allí. Se quedaron trabados, el portón estaba cerrado, volvieron todos de la rampa, o sea, no todos, porque había mucha gente. Algunas volvieron gritando que el portón estaba cerrado, y pedían auxilio, gritaban.

Y después cuando me desperté vi la claridad del boquete de la Avenida Artigas, el material ese se abrió.

¿Te despertaste sola?
Me desperté sola. Después de que me mojaron, parece que me tiraron agua de hacia arriba. Ahí me desperté. Yo no sé cómo salí, yo estaba debajo de la gente, no podía mover mi cabeza, ni mi cuerpo, porque mucha gente estaba encima mío, y yo queriendo moverle a la gente y no se movían, yo no tenía fuerzas. No sé cómo salí, seguramente algún ángel me estiró de mi brazo, yo no sé, no me acuerdo de eso, pero lo que sí sé es que yo salí arrastrada hacia el boquete. Y cuando salí hasta el boquete un policía y un muchachito joven me estiraron, y me llevaron hasta la ambulancia. Ahí yo ya estaba consciente, me acuerdo.

¿Qué te pasó en la frente? ¿Te quemaste?
Se pegó un hollín grande, porque se caía del techo ese isopor que ellos tienen como cielorraso. Se pegó por mí, quemado. El fuego me quemó en la espalda, pero el hollín se pegó y cuando sacaron, se quedaron dos agujeros de quemadura de segundo grado. Negro estaba el hollín porque se quemó por mi cabeza.

¿Te dolía o no sentías nada?
No sentía nada. Nada, solamente sentía mi pie porque me pisaron. No me fracturé, pero en mis ojos también tengo problema de córnea, porque un lado me quemé con el humo caliente, seguramente.

¿Cómo cambió tu vida en el sentido de tu día a día, de tu forma de ver la vida, de las molestias que te ocasiona todo esto, etc.?
Por ahora yo soy muy sensible. Cualquier cosa, me quedo nerviosa. Me siento víctima de una injusticia, de la incapacidad de la justicia, no tiene capacidad para sobrellevar en todas partes nomás luego acá en Paraguay. No se hace bien el trabajo. No se piensa, parece, ni en prevención primeramente. En todos los aspectos. Ellos no piensan. Solamente después de suceder una tragedia bien grande, ahí recién ellos quieren hacer bien las cosas.

Hasta este momento, ¿qué recibiste del Estado? ¿Dónde te internaste? ¿Y qué esperás de los dueños del supermercado?
De los dueños del supermercado no recibí nada. Las donaciones lo que he recibido, los subsidios recibí, los víveres, esas cosas. Y hasta ahora ya no estamos recibiendo más.

¿Quiénes daban esas donaciones?
Y las donaciones que vienen del exterior, de todos los paraguayos también que colaboraron, en Canal 13 me dieron efectivo, muy poco, verdad, pero ya da para ayudar, o sea, que no son de ellos, del canal, es de la gente que colaboró, o sea que hay mucha solidaridad de parte de la gente.

Pero cuando hay manifestaciones y la gente no se va, ¿te parece que sigue habiendo solidaridad?
Fue momentánea la solidaridad. Ahora ya se están olvidando. Nuestro país es así. Sucede una cosa, dura un mes, o quince días y después ya se olvida le gente. Y no piensan que fue una tragedia tan grande, que murieron más de ... yo digo que más de 500 personas porque en ese día parece que habían 1500 personas. Muchas criaturas fallecieron, mucha gente. Y que se volvieron seguramente cenizas también, que no se encontraron. Mucha gente, más de 1500 personas estuvimos ahí ese día en el supermercado.

Del Estado yo no espero nada. En primer lugar luego yo fui, soy activista política del partido colorado. Y hasta ahora no me dieron nada. Siempre fui utilizada por ellos, yo he trabajado mucho. Una sola persona me ayudó, antes de la tragedia me ayudó en darme trabajo. Ahora cuando pasé esta tragedia, no se fueron ni a visitarme. Una sola persona lo que le envió a su secretaria para preguntar cómo yo estaba, y los otros, el Ministerio de Salud también se preocupó en ayudarme, me auxilió mucho en el tema de medicamentos. Y COMUEDA también hasta ahora está dando víveres. Es de la Municipalidad. Pero no espero nada también del intendente, porque cuando él hizo su campaña yo le hice mucha asistencia médica, y no me dieron trabajo, y no espero nada de él. Del presidente si qué fui coordinadora de Alto Paraguay y ni siquiera se fueron a visitarme cuando estuve internada. De los dueños del supermercado si que no quiero nada. No quiero nada, ni si me ofrecen... porque la vida de una persona no vale dinero nomás. Yo estoy esperando la indemnización, estoy esperando eso, porque me quedé con secuelas y el injerto de mi cabeza también no salió tan bien, y cualquier cosa me voy a ir a otro país para hacerme otra vez la cirugía reconstructiva.

¿Qué esperás a nivel judicial de los Paiva?
De los Paiva yo quiero que el gobierno haga realmente justicia, que se haga acá en nuestro país la justicia.

¿Qué sean 25 años de cárcel?
Que sean más si qué. Porque fue tan irresponsable. Sabemos que fue un accidente pero ellos podían prevenir también antes, los dueños, porque a mí me dijeron que desde las ocho de la mañana ya hubo un problemita de incendio y que una de las funcionarias inclusive sabía, fue mucha irresponsabilidad de parte de los dueños. Fueron culpables.

¿Pensás que mandaron cerrar las puertas?
Claro, ellos mandaron. El jefe mandó cerrar las puertas y el jefe es Pío Paiva, fue la orden de él. Porque si no cerraban las muertas iban a morir pocos, diez, veinte por ahí, el resto iba a salir corriendo. Pero ellos mandaron cerrar las puertas. Hasta yo iba a poder salir si es que estuviese la puerta abierta, porque por lo menos la gente que estuvo encima mío iba a correr hacia el patio de comidas o qué para salir. Pero en ningún lado, nos quedamos presos ahí adentro.

Alguna reflexión final que quieras dar.
Yo siento que en nuestro país el gobierno tiene que hacer justicia. Y cuando hay una tragedia, que ellos se responsabilicen también. El 70% es que el gobierno ayude a las víctimas. Porque para eso tenemos autoridad, y el gobierno es lo que nos representa a nosotros, y yo creo que ellos son los responsables en primer lugar. Que ayuden más.

¿Qué pensás sobre el hecho de que te salvaste?
Yo le agradezco mucho, fue un milagro, gracias a esa gente que cayó encima mío, tal vez por causa de eso yo no me quemé mucho... y gracias a Dios que en ese momento yo oré, yo tengo mucha fe en Dios.

Yo digo también que hay que tener mucha fe en Dios. Si yo no tuviese tanta fe en Dios no sé qué pasaría, pero en ese momento, oré muchísimo porque me caí de rodillas en el principio. Y ahí yo le oré y después ya perdí el conocimiento.



















13 de enero. Algunos miembros del Colectivo Ni Olvido ni Perdón comienzan a reunirse en la casa de Gladys, a unas cuadras del supermercado incendiado. Una mujer con rostro tierno, de baja estatura, sentada en la silla, las manos juntas, como con un aire tímido, me observa con curiosidad. Mientras esperamos que lleguen las demás personas, me dicen: “¿Por qué no le entrevistás, mientras tanto, a Mariana?”. Y tengo miedo, porque tengo que preguntarle por qué está allí, a quién o a quiénes perdió en la tragedia. Y Mariana me cuenta. Y su corazón se oprime.


MARIANA AQUINO DE CHAMORRO, 44 AÑOS – MADRE DE MARIO EDUARDO CHAMORRO, 25 AÑOS, EMPLEADO DEL YCUÁ BOLAÑOS, FALLECIDO.
JUEVES 13/01/05, 18 HS.

Mariana relata:

Yo trabajaba en Mc Gregor. El 1 de agosto sucedió, yo renuncié a mi trabajo, no puedo trabajar más, estoy en la calle pidiendo justicia.

¿Qué actividades desempeñaba usted en Mc Gregor?
Yo soy costurera. Trabajé ocho años y fui a liquidar porque es una cosa grande que me pasó, y es una cosa que no puedo dejar así en vano, es mi único hijo, es mi luz de esperanza, y al fallecer, terminó para mí, todo entonces es la lucha, y pido justicia. Como madre. Yo sé que no me van a devolver más a mi hijo, pero quiero que haya justicia, para que esto nunca más vuelva a suceder en este bendito Paraguay. Los jóvenes, los que quedamos.

La empresa Mc Gregor ¿le apoyó en algo, por los ocho años que usted le dedicó?
Llegamos a un acuerdo, nos sentamos, conversé, me pagaron todo, hasta los ocho años, doy gracias a la empresa Plastimar. Tuvieron que considerarme todo de los ocho años y me pagaron todo lo que me correspondía. Es magnífico lo que tuvieron que apoyar en eso, me comprendieron.

¿Podría definir cómo era su vida antes de 1 de agosto? Con su hijo, el día a día.
Mi vida era distinta. Yo trabajaba, reía, tenía domingo, conversaba con mi hijo, era mi compañero. Mi hijo de 25 años vivía conmigo. Él estaba conmigo, él no salía de mí todavía. Como le digo era mi esperanza, para ayudarme, era mi sostén, era la esperanza que yo algún día más adelante, cuando yo tuviera una edad, me podía cuidar. ¿Y ahora, quién me cuida? Quedando sola, yo y mi marido. Me quedé sin nada. Mi hijo era para mí todo. Y yo para mi hijo. Y así, en un cerrar y abrir de ojos, mataron a nuestro hijo, y fríamente, él entró a las diez de la mañana ese domingo, y a las 11 y 27 sucedió esto. A las doce a él se le remitió en Emergencias y yo me fui a retirarle, a las tres me enteré que estaba allá mi hijo.



¿Usted vive con su marido?
Yo vivo con mi marido y mis padres, ya ancianos, 77 años. Estamos ahí, y mi hijo vivía conmigo. Dicen que para las madres no hay hijos malos ni feos, pero... para mí era un hijo especial, quería todo para él. Una persona buenísima, era futbolista, se dedicaba mucho al fútbol, todos los tiempos que él tenía, y al entrar, a los 28 días de entrar ahí , le sucedió esto. Él no trabajaba, él era deportista, futbolista, jugaba Fútbol 5 en Nuestra Señora de la Asunción, y era una persona magnífica. Su tiempo era deporte.

¿Cómo fue que él fue a trabajar a Ycuá Bolaños?
Parece que despertó algo en él. Miró, y dijo que encontró un trabajo, un lugarcito que le quedaba cerca, no iba a pagar pasaje, todo eso pensaba, es difícil ahora encontrar trabajo para los jóvenes, no hay oportunidad para los jóvenes, él terminó su colegio, y él me dijo: “Mamá, tengo un lugar donde trabajar. Me consiguieron. Quiero trabajar para este diciembre, para tener algo, para ayudarte”. La verdad que yo no quería al principio porque él iba a dejar todo lo que quería, que era su deporte, que él de chiquito jugaba en la escuela de fútbol de Olimpia. Y toda una vida de fútbol, entonces yo no quería ser egoísta, quería decirle... Le apoyé, “Sí, si vos decís que querés trabajar entonces te apoyo”. Yo le acepté, pero no quería, no estaba tan segura de decir sí. Porque eran doce horas de explotación, ¡doce horas trabajaba! De lunes a lunes. No había feriado, no había un momento de descanso. Y era mi único hijo, me desesperaba, y él me prometió a mí, hasta diciembre trabajar. Él quería, él me dijo, y después más adelante, veremos, si encuentro algo. Porque siempre que vos estás empezando es algo difícil, después por ahí tomás algo más lindo, o que te salga bien, si salís de la casa. Él tenía esa esperanza, esa fuerza. Y yo le dije, bueno, si vos decís, hasta diciembre, pues magnífico. Y no pensé que esto iba a suceder. Nunca.

¿Él se quejaba de los maltratos en su trabajo? O era fuerte y para no preocuparla, se callaba...
No. Él venía cansado a las diez de la noche en casa, le friccionaba su pie porque el pie era lo que le cansaba mucho porque estaba parado doce horas, él tenía que estar parado doce horas, no se tenía que perder nada, porque ellos se pierde una cosa donde ellos están, en su sección, cien mil guaraníes le descuentan de su sueldo.

Y él venía y me decía, mamá, no siento mi pie. Yo le hacía masaje, le daba una aspirina. Él no me decía nada, para no preocuparme. Él quería aguantar hasta ese diciembre, todo era eso. Y yo le decía, bueno, y si vas a aguantar... Y ese 28, él cobró un sábado y sale, “Mamá, este es mi sueldo”, y me da su primer sueldo. Era un sábado antes de la tragedia. Y me dice, “Mamá, yo entro a las diez de la mañana el domingo”. Y le digo, “¿Y vas a seguir? Ya cumpliste ahora tu mes... ¿Vas a aguantar?” Y él me dijo: “Sí, voy a aguantar hasta diciembre. Mamá, yo quiero diciembre nomás, después me zafo”.




Y yo le dije “Bueno”, y me dijo “Mañana tengo a las diez, y esta noche quiero salir con mi novia” (tenía una amiguita que salía con él). Llevó toda su ropa porque de ahí nomás ya se iba a vestir y se iba a ir, él entraba a las diez de la mañana al otro día.

Es una cosa dolorosa, te digo, no sé cómo decirlo en palabras, es una cosa muy grande que sucedió acá. Y lo toman así, cinco meses sin que resuelvan, sin que no haya todavía todos los elementos para condenarles a todos los cómplices. Cómo no va a haber elementos, si son 400 personas, más, que fallecieron, ¡qué más que eso quieren, y los heridos que quedaron! Hicieron huecos, rompieron para quitarle de ahí, estaban todas las puertas cerradas, yo estuve ahí, gritando “¡Mi hijo está adentro!”, el humo llenaba todo, no se podía mirar, y los que estaban adentro, ¿cómo iban a estar? Yo grité, socorro le pedí a todos los que estaban allí, a los policías, “Mi hijo está adentro, por favor hagan algo”... hicieron, rompieron, procuraron romper, porque era durísimo, tiraban las piedras, rebotaban otra vez, un blindado hecho especial, una trampa mortal era. Era una trampa, era un horno para matarle a todos nuestros seres queridos.

Es una cosa muy grande, un problema grandioso, yo no sé hasta hoy en día qué están esperando para imputarle a todos los cómplices, especialmente los Paiva, que sabemos que son los Paiva. Hay más. Detrás de eso hay muchos. Que sean ya todos condenados. Y acá en este país... en Buenos Aires, en un mes, ya están quitando cuántos . Cuántos están en la calle gritando, y están ya haciendo justicia ya casi. Están consiguiendo todo, están haciendo cambios. Y nosotros no tenemos. Tenemos que estar por la calle pidiendo justicia, que no se da hasta hoy.

El abogado Nissen me dijo que a lo mejor en junio sería el juicio oral. Usted, ¿qué cree que va a pasar en ese juicio, y qué desea que suceda?
Lo que yo quiero, que se haga justicia. Los guardias también tienen que ir presos, y todos. No es uno. Porque entonces es un Superman ese uno que cerró, son doce puertas que están ahí. Muchísimas puertas hay, blindadas. Y que sea un guardia nomás al que quieran acusar, eso es una cosa de locos. Todos los guardias que estaban tienen que ser procesados, y castigados. Por favor, y yo quiero que en el juicio sean castigados y condenados todos los culpables. Así como yo, madre que perdí a mi único hijo, pido, que sean condenados todos. Yo sé que no nos va a devolver más a nuestro hijo, pero siquiera con eso, hicimos justicia, por nuestros seres queridos.

¿Cómo cambió su vida? Por ejemplo, al darnos cuenta que a nadie le importa, que estamos todos sujetos a que nos pase algo así.
Al “cháke” estamos. Al salir, al volver. No sabemos cómo vivir, en la casa misma, no sabemos lo que está pasando. En tu casa te vienen a matar. A ese muchacho, se fueron a la casa y le mataron. La inseguridad misma de este país. No hay más seguridad.



Y yo, mi vida desde que falleció mi hijo, estoy muerta. Yo soy una... es lo que se dice, en vida estoy muerta. Como te digo, mi vida ha cambiado. No tengo la tranquilidad de sentarme, conversar, tomar tereré, de reírme, escuchar música, sonreír, compartir con la familia. Terminó. Yo desde el primero de agosto, terminó mi vida, me enterraron con mi hijo. Y yo como madre solamente pido justicia.

¿Cómo es su día a día?
Mi día a día es terrible. Es terrible despertar y no encontrar a mi hijo. ¿Sabés lo que es eso? Y llegar él, y sonreír, que nadie más me pueda decir más “Mamá”. Nadie. “Hola mamá, me voy mamá”. O sentarme a comer con él, sonreír con él. No. Estoy sola, mi día a día es terrible.

¿Puede dormir de noche?
No, yo no duermo sin sedante. Yo estoy con sedante, y si no tomo no duermo. Yo estoy pensando... ¿por qué no corrió?, ¿por qué no salió?, ¿por qué no hizo esto...?... yo así estoy...

El daño es para toda la vida.
Para toda la vida, esto es para el último día, hasta mi tumba esto me lleva a mí. Esto yo no voy a olvidar nunca. Porque digo, yo aunque tenga siete hijos, y se me vaya uno, seis me quedan pero ese uno igual, para la madre los hijos son todos iguales, el amor, el cariño, y yo que solamente uno tenía en mi vida, una luz de esperanza... es terrible.

¿Encuentra algún tipo de consuelo, hablando con gente que pasó lo mismo que usted?
Yo estoy todo el día en la calle. Desde el 1 de agosto estoy en la calle, estoy acompañada con todos, encontré a los muchachos, a todos estos grupos que están acá. Gracias a ellos yo estoy fuerte, gritando, pidiendo justicia, porque es lo que ellos quieren también. Estoy mirando a cada uno de ellos y encuentro la luz de mi hijo, el brillo de mi hijo que él tenía. Y yo por eso estoy luchando, acompañando en las calles a las madres que están heridas. Lo que yo siento, ella está sintiendo. La mamá que pasó el mismo dolor que yo. Estoy haciendo una terapia así, en las casas. Me voy, converso, me siento, y digo que luchemos. Nos juntemos. Hablemos por nuestros hijos, respiremos por nuestros hijos, que nuestros hijos no pueden hablar, y hagamos lo que ellos tal vez hubieran querido.

¿Quién le ayudó a usted? ¿El Estado?
A mí el Estado nunca me ayudó. Jamás. El Comité de Emergencias me ayudó una parte. Los taiwaneses también nos ayudaron. Agradezco a los taiwaneses que se preocuparon por nosotros. Y ahora nos está ayudando la Pastoral, que nos está dando las cuotas, esa donación de Telefuturo, que hicieron esos conciertos, que se le dio a la Pastoral. Radio Uno con Víctor Benítez y ese senador Galaverna. Ellos dieron todo a la Pastoral para que se distribuya. Nos están dando en tres cuotas la mensualidad hasta febrero. Esos son los que nos están ayudando hasta ahora. Y después ya termina,

porque de Canal 13 se retiró Palo , y para mí que terminó la donación, y cada uno ya veremos cómo desenvolvernos, los que quedamos. Porque esto, quedamos todos frustrados. Destruidos.

¿Usted qué opina cuando se dice “el paraguayo es solidario”?
Yo digo, si el paraguayo es solidario, tendría que estar en la calle, así como los argentinos. Porque este es el momento en que necesitamos. Este es el momento en que debemos hacer justicia acá en nuestro país. Esto no debe suceder más. Esto tenemos que evitar. Porque esto es un siniestro tan grande que tuvo América. Y tienen que solidarizarse todos los paraguayos, no los afectados y las víctimas nomás.

¿Qué es lo último que le gustaría decir?
Que se haga justicia. Que el presidente de la República se haga eco de este dolor de madre, de este pueblo paraguayo, estamos sufriendo todos. Que nunca vuelva suceder esto. Que vivamos en paz. Lo poco o lo largo de la vida que tengamos.



Mariana era feliz, como dice ella: trabajaba, reía, tenía domingo... cosas tan simples que todo el mundo desea, tan sólo tener ese domingo de descanso, ese asadito, el tomar tereré tranquilamente. Entre paréntesis, hasta eso nos están arrebatando, esa paz, inclusive en cuanto a los precios, porque esos productos de la canasta familiar suben de precio, cada vez más.

Mariana desea que vivamos en paz en nuestro país. Su hijo le fue arrebatado. En realidad, yo pienso que lo mataron lentamente. Porque él soñaba, quería tener su dinerito, le decía a su madre: “Mamá, tengo un lugar donde trabajar... quiero trabajar para este diciembre, para tener algo, para ayudarte”... Como él, ¡a cuántos jóvenes están matando lentamente! Las publicidades invaden cada rincón del país: “Tenés que tener esto, lo otro, tomar esto, fumar aquello, vestirte así, comprar este celular...”, etc, etc. Y el que es joven desea ayudar a su familia, o adquirir uno de esos productos, y tiene derecho; también desea poder vestir y vivir decentemente, pero los sueldos que se pagan son miserables, las horas que los hacen trabajar, interminables, y eso sin contar con los tratos denigrantes a los que son sometidos en sus trabajos.

Y luego están los desempleados, que también están siendo privados de su derecho de trabajar, de crecer como personas, de formar un hogar. Yendo más allá, tenemos a muchísimos estudiantes que no pueden terminar el colegio o la escuela, y además, a pesar de tener una población joven en Paraguay, una ínfima parte puede asistir a la universidad. Cada día se suicida un o una joven porque no tiene oportunidades de trabajar, estudiar, vivir en paz.

Este muchacho tenía que estar doce horas parado. Llevaba trabajando veintiocho días cuando sucedió la tragedia. Imaginen por un momento al ser más querido, imaginen


que esa persona está dentro del supermercado. La madre fue, gritó, pidió socorro: “¡Mi hijo está adentro! ¡Por favor hagan algo!” ...

Por último me pongo a pensar lo que viene después. La soledad. El ser querido murió. Dice Mariana que ya no tiene quien le diga “Hola, mamá... me voy, mamá”. No está más su único hijo para reír, sentarse a conversar, y lo peor, por las noches ella se pone a pensar “¿Por qué no salió, por qué no corrió... ?”... Pero la verdad es que lo mataron. La verdad es que los gobernantes corruptos están matando a muchísimos seres humanos del Paraguay.

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